Fue elegido por la afición como el mejor jugador del equipo en el mes de febrero
17 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Pepe Pozas ha dicho adiós a la temporada pero sigue muy presente entre los aficionados y sus compañeros de equipo. Los primeros lo han reconocido como el mejor jugador del Obradoiro del mes de febrero, por delante de Mike Daum y Steven Enoch. Y aunque no es la primera vez que recibe tal distinción, reconoce que no será una más: «Es una muestra más de cariño, mucho más del que me merezco. Seguramente le cogeré más cariño que a los demás».
Pero también envolvió la recepción del trofeo en una reflexión colectiva: «Creo que dejaré el premio en el vestuario para que todos vean un poco qué es todo esto. En el Obra se premia el esfuerzo, el trabajo, y da igual las circunstancias, porque todos damos el máximo. Que vean que esto también es parte de ellos, este agradecimiento al esfuerzo que están haciendo, y que todavía nos queda mucho por hacer para conseguir el objetivo».
Una victoria para el cambio
Y para seguir dando pasos hacia el llamado título de la permanencia, lo que anhela es un cambio de inercia: «Solo hace falta una victoria para cambiar el chip». Y ve al Obradoiro en la buena dirección a tenor del rendimiento ofrecido en las dos últimas jornadas.
Reconoce que la dinámica de malos resultados pesa, que cuando los tiros no entran es inevitable pensar en que otra vez vienen mal dadas. Sin embargo, también está convencido de que el equipo está pagando una factura más cara de lo que le correspondería por méritos: «No estamos teniendo malos números en ataque, ni mucho menos. Pero es verdad que nos castigan muchísimo el error y las pérdidas».
A eso se le suma que tampoco están acompañando los pequeños detalles, sobre todo en los momentos decisivos, «en los que hay que hacer productivo cada ataque».
En cualquier caso, el capitán está convencido de que el Obradoiro va a ir a más. Ve al equipo mejor físicamente, «recuperando la filosofía de antes del parón». Subraya que hay jugadores en línea ascendente, como Kartal Ozmizrak, o Álvaro Muñoz y Laurynas Beliauskas ayudando en la dirección de juego, o Czerapowicz tras dejar atrás «problemas en el tobillo que le afectaron bastante». Y confía en que Birutis también pueda volver pronto al grupo.
Le gustaría poder ser uno más en cada partido. No obstante, y desde fuera, también aporta. Intenta que los malos resultados no pesen en el ánimo, «que no se coman mucho la cabeza». «Creo que van asimilando que cada día estamos mejor y más cerca de ganar», apostilla.
El base entiende que no es el momento para su renovación
Pepe Pozas acaba contrato a final de curso. Nada más lesionarse, fueron muchos los aficionados que pidieron la renovación del base con mensajes a través de las redes sociales. Pero de momento el club no ha movido pieza y el base entiende el contexto.
Preguntado al respecto, fue claro en su análisis: «¿Qué vamos a renovar si todavía nos queda la mitad de la temporada, si no sabemos lo que va a pasar de aquí a dos semanas con lo que tenemos encima...? Sería un gesto, pero el club sabe que no es necesario por mi parte porque sabemos que el objetivo de esto todavía no está conseguido. Primero vamos a hacer las cosas bien, vamos a lograr todas las cosas, y mi futuro ya lo veremos cuando me recupere. Sé, o me han comentado, que no es una lesión que me vaya a cambiar mucho o nada la carrera, pero hay que esperar».
Es la primera vez que se ve ante un horizonte de inactividad tan largo y procura no darle demasiadas vueltas: «Después de una semana y media lo voy asimilando. Para estas cosas soy asintomático. Hasta que no pasa mucho tiempo no lo asimilo. Pero bien. Como no soy experto y me dicen que va muy bien... Lo que digan los expertos. Voy para delante».
De momento, todavía camina ayudado por unas muletas, con la rodilla inmovilizada, si bien ya es capaz de flexionar la articulación en la rehabilitación.
La amenaza del Málaga, «un ciclón con mucha hambre»
El sábado visita Sar el Unicaja de Málaga, el equipo en el que se formó Pepe Pozas. El base andaluz no tiene duda de que el rival llega en uno de los mejores momentos de forma de esta temporada, equiparable a la racha de cinco victorias seguidas en el ecuador de la primera vuelta.
Subraya que es un colectivo con un gran potencial: «Ofensivamente es un ciclón, con jugadores en todas las posiciones capaces de romper el partido. Y con mucha hambre. Con el cambio de entrenador, los jugadores siempre intentan dar un poquito más, dando un paso adelante y rindiendo a nivel superior ofensiva y defensivamente. Van a ir a muerte porque también lo necesitan. No tienen asegurada la clasificación para el play off. Van a ir con el cuchillo entre los dientes. Con el presupuesto que tienen, para ellos es una obligación».
Considera que el Málaga ha mejorado en defensa desde la llegada de Fotis Katsikaris, probablemente porque el equipo se sienta más cómodo en esa faceta con la manera de jugar del técnico griego.
El impacto de Thomas
Pozas también llama la atención sobre la última incorporación realizada por el conjunto andaluz: «Un tío tan dominante como Thomas tienen un impacto importante dentro del equipo. A ver qué nos encontramos».