Señala que el equipo está haciendo bien las cosas y no hay crisis de identidad
24 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En el baloncesto actual resulta difícil sacar los partidos adelante en un mal día en el lanzamiento triple, aunque no es imposible. De igual modo, el acierto desde detrás del arco no garantiza las victorias, pero las acerca. El Monbus Obradoiro puede dar fe de esas dos realidades.
Sea como fuere, en las dos últimas jornadas, antes del parón, se vio penalizado por sus bajos porcentajes de tiro. En Andorra flojeó más en las canastas dobles, con un pobre 13/31, mientras que en triples firmó un aceptable 11/30. En Zaragoza se le escapó el partido porque en el último cuarto no le acompañó la puntería en la larga distancia.
El cuadro técnico analiza al detalle cada partido. Y la conclusión es que el colectivo está haciendo las cosas correctamente, pero le falta acierto. Lo explica Gonzalo Rodríguez, ayudante de Moncho Fernández: «Cuando los porcentajes no son buenos, lo primero que se mira es la selección de tiro, si el equipo sigue generando lanzamientos más o menos liberados. La respuesta es sí. El juego del equipo sigue generando lo que queremos encontrar. La selección es buena. A veces entran y otros no».
¿Hasta que punto puede influir el estado del equipo tras el covid-19 y una larga cuarentena? Es una pregunta de difícil respuesta, si bien admite que alguna incidencia puede haber: «Sería un análisis muy simple achacarle los bajos porcentajes. Pero tampoco se puede obviar. Sin establecer una causa efecto total, es indudable que influye porque la frescura física no es la que era. Los que viven de su acierto, cuando las sensaciones no son buenas sufren».
El técnico apela a la tranquilidad y la confianza: «Cada día hay que analizar si el equipo juega como pretende, si es capaz de generar sus ventajas, si el planteamiento ofensivo sale, también lo que la defensa rival te concede. En ese sentido, no tenemos ningún tipo de duda ni crisis de identidad. A veces es tan sencillo como que el tiro no entra».
Los dos partidos de Kassius Robertson frente al Zaragoza son un buen ejemplo de contraste. En Sar anotó 37 puntos, en el Príncipe Felipe falló sus nueve intentos triples. «Tendríamos un problema con Kassius si dejásemos de buscarle sus tiros o él dejase de tomarlos. El problema existe cuando no encuentras las ventajas o el jugador no toma los tiros. Eso es de más grave solución. Y no es el caso. Tampoco hay que darle muchas vueltas. Seguro que volverán a ser buenos, es jugador de calidad, confía y trabaja», apunta Gonzalo Rodríguez.
Tampoco considera el entrenador santiagués que los rivales hayan encontrado la manera de sacar de su juego al Obradoiro: «Creo que somos un equipo que desde el primer día de la semana nos enfocamos a la preparación del partido. Es muy difícil que un rival nos sorprenda con algo no preparado. Diría que no ha sucedido. Incluso los que plantean alternativas especiales, como defensas mixtas, etcétera. Llegamos sabiendo que las podemos encontrar. Trabajamos previéndolas. Ha habido semanas de preparar un sinfín de alternativas y no se nos presentaron en el encuentro las circunstancias para ponerlas en práctica. Conocemos cuáles son nuestros puntos fuertes. Sabemos qué puede hacer el rival para quitarnos esas ventajas».