El Tenerife bailó al Obradoiro

ANDAR MIUDIÑO

LOF

El conjunto santiagués, irreconocible, encajó una derrota inapelable en un partido para olvidar

05 dic 2020 . Actualizado a las 20:01 h.

Hay días en los que es mejor no salir de casa y al Obradoiro le tocó uno de esos en Tenerife. Un año más continúa sin ganar en el Santiago Martín, pero esta vez se llevó una derrota sonrojante porque a un equipo le salió todo, absolutamente todo, y al otro prácticamente nada, desde el minuto uno al cuarenta: 107-62. Sonrojante. El resumen lo hizo el propio Moncho Fernández en un tiempo muerto del último cuarto: «¿Vamos a seguir haciendo el ridículo hasta el final». La cita es textual, con la elusión de un calificativo.

El Monbus Obradoiro sabía que sus opciones de triunfo en el Santiago Martín pasaban por atascar el ataque del Iberostar Tenerife, por no dejarle que cogiese velocidad de crucero. El cuadro insular ganó todos los encuentros en los que se fue a más de ochenta puntos. Y al descanso ya tenía 55 en su haber.

En la primera parte los santiagueses no encontraron la forma de frenar al rival en ningún momento. Shermadini anotó casi todo lo que le llegaba en la zona. Fitipaldo encontró autopistas hacia el aro con sus cambios de ritmo. Huertas anotaba sus clásicas bombas y repartía asistencias como tarjetas de Navidad. Pero, además, los tiradores de larga distancia se sumaron a la fiesta, con seis triples de nueve intentos antes del intermedio. Y Cavanaugh cerró el segundo cuarto con diez puntos del tirón que abrieron brecha: 55-38.

A todo eso le sumó el Obradoiro un pecado que quería evitar Moncho Fernández: el de las pérdidas de balón. Ante un rival que es de los que mejor ataca en la Liga Endesa, se vuelven doblemente dañinas. Y le añadió otro que tampoco ayuda: solo cinco rebotes en veinte minutos.

Así, y sin conseguir atacar con cierta continuidad, solo un giro de 180 grados podría operar un cambio de tendencia. Porque el Obradoiro se fue al descanso con una desventaja de 17 puntos que era el fiel reflejo de lo sucedido en la pista.

Lejos de cambiar nada, el panorama empeoró porque el Tenerife siguió a lo suyo, incluso gustándose y adornándose en algún momento. Probablemente nunca pensó disfrutar de un partido tan plácido, sin apenas oposición. El equipo convirtió 25 canastas dobles de 34 intentos, 14 de 23 triples y 15 de 16 tiros libres. Firmó un partido que rayó la perfección.

Enfrente, el Obradoiro no solo no encontró el antídoto en ningún momento sino que se fue diluyendo en ataque. En el último cuarto solo fue capaz de sumar seis puntos, para un total de 24 en la segunda mitad.

La única buena noticia para el Obra fue la reaparición de Mike Daum tras mes y medio alejado de las canchas. Además, fue de los más salvables.

Tenerife 107: Fitipaldo (8), Salin (15), Doornekamp, Cavanaugh (15) y Shermadini (18) -cinco inicial-. Marcelinho Huertas (14), Sergio Rodríguez (3), Butterflied (14), Sulejmanovic (4), Álex López (2), Fran Guerra (14) y Brnovic (2).

Obradoiro 62: Pozas (3), Robertson (6), Czerapowicz (7), Cohen (5) y Birutis (3) -cinco inicial-. Oliver (3), Álvaro Muñoz (3), Beliauskas (2), Rafa García, Enoch (15), Daum (11) y Álex Suárez (4).

Parciales en cada cuarto: 25-19; 30-19; 32-18; 20-6.

Árbitros: Antonio Conde, Martín Caballero e Iyán González.

Incidencias. Santiago Martín. Decimotercera jornada de la Liga Endesa, disputada a puerta cerrada.