Acelera su proceso de adaptación a un baloncesto que considera muy táctico
15 sep 2020 . Actualizado a las 20:06 h.Álvaro Muñoz y Chris Czerapowicz siguen en el perímetro. En lugar de David Navarro el club ha apostado por un base, Rafael García. Y para cubrir las ausencias de dos tiradores puros como Fletcher Magee y Kostas Vasileiadis el Monbus Obradoiro ha optado por dos escoltas con buena mano pero también capaces de atacar el aro. Sobre todo en el caso de Kassius Robertson, que cumplió con el protocolo de la presentación en las instalaciones de Validea.
«Es un jugador rápido de piernas, en el que buscamos principalmente su capacidad de anotación. Es capaz de finalizar en tiros de dos, en tiros de tres, tanto en situaciones de pick and roll como en salidas bloqueadas». Esas son las características del escolta canadiense, en palabras del director general del club, José Luis Mateo.
Tirador y defensor
Robertson confirma esa vocación ofensiva: «Todo lo que tiene que ver con el tiro es mi gran fortaleza». Pero también se considera un buen defensor y subraya que en lo que más está trabajando en los últimos dos años es en mejorar como pasador.
De momento se afana en ponerse al día con los sistemas de su nuevo equipo, envueltos en el denominador común de una gran carga táctica: «Estoy aprendiendo diez o quince jugadas nuevas cada día». Es lo que más le llama la atención, «el número de jugadas y de opciones que hay». Y el inicio de la Liga Endesa está a diez días vista, un margen que considera suficiente para ponerse al tanto. Los entrenamientos de estos días son los más complicados para él, a pesar de que llegó con tarea adelantada por el material que le iba enviando el cuadro técnico a través de Internet antes de que pudiese viajar. Pero no es lo mismo. «Eran cosas muy simples y es difícil aprender viéndolo, tienes que hacerlo tú mismo sobre la cancha», resume, además de significar que es un modelo que le gusta.
Después de jugar en Alemania y en Italia quiere seguir dando pasos en su carrera en Europa, y considera que el Obradoiro es un buen destino para ello.