Pepe Pozas: «Nunca pensé que podría estar tanto tiempo en el Obradoiro»

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Sandra Alonso

«Vamos a darlo todo para que la gente vuelva a disfrutar con el equipo», señaló el base andaluz, que iniciará su séptimo curso en Sar

22 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Pepe Pozas (Málaga, 1992) iniciará su séptima temporada en la capital gallega. La renovación del capitán era un secreto a voces. Su buen rendimiento y el gran compromiso del base andaluz son sus grandes avales para ganarse de nuevo la continuidad. En la jornada en la que se suspendió la competición por el covid-19, Pozas cumplió 200 partidos en la élite del baloncesto español, 182 con la camiseta obradoirista.

Lejos queda el debut en la Liga Endesa del malagueño. En la jornada 33 del campeonato 2010-2011, Pozas pisó por primera vez en su larga trayectoria deportiva una pista de ACB. Fue el 5 de mayo en el Palacio de Deportes Martín Carpena, ante unos 7.000 aficionados. El Unicaja Málaga le pasó por encima al Granada (78-53) y el hoy obradoirista jugó minuto y medio con el 14 a su espalda. Diez días después volvió a jugar, en la jornada de clausura del campeonato. Fue en el Palau ante el Barça, con victoria andaluza por 79-84. Disputó 14 segundos.

De todos modos, su primera gran experiencia en la ACB fue con la camiseta del Valladolid, en el curso 2013-2014. Participó en 15 partidos y desde allí dio el salto al Obradoiro en el verano del 2014. Con el Valladolid se enfrentó por primera y única vez al Obra como jugador profesional. Acabó el duelo con una ajustada victoria del equipo dirigido por Moncho Fernández (84-83). Pozas jugó 22 minutos y medio y anotó cinco puntos. Luego, con el Obra debutó ante el Manresa, en Sar, con un contundente triunfo gallego por 88-64, en octubre del 2014 y ante cinco mil espectadores. Ya lució el 44 y finalizó su primera experiencia en la caldeira con 11 puntos (3 de 4 triples) y tres asistencias en 19 minutos.

Desde entonces, ya llovió mucho. Capitán dentro y fuera de la cancha, Pepe Pozas es historia viva del Obradoiro. Ante el Bilbao Basket acaba de cumplir los 200 encuentros en la máxima categoría y en enero del 2017 disputó su partido 100 en la Liga Endesa enfrentándose al Barcelona. «Seguiré trabajando duramente para que sean, como mínimo, 100 más», declaró aquel día el base andaluz, quien explicó que cuando empezó a jugar al baloncesto «jamás hubiese imaginado» alcanzar estos registros.

Registros históricos

Es el jugador que más veces vistió la camiseta del Obra en la ACB (en 182 ocasiones), por delante de Alberto Corbacho (164 partidos), después de llegar a la capital gallega con apenas 22 años de edad y con unos pocos meses de experiencia en la máxima categoría del baloncesto español. Además, es el máximo asistente en la historia del club (610 pases de canasta) y el que más balones recuperó (136).

Pese a todo, «nunca tuve en mi cabeza ningún objetivo de batir récords. Simplemente pienso en ayudar, aportar, sumar cosas positivas y disfrutar. Llevo mucho tiempo aquí y eso me ha permitido superar varios récords, pero si tuviese que pedir uno para la próxima temporada sería un récord colectivo antes que individual: conseguir el máximo número de victorias en una liga regular».

En sus primeras declaraciones tras confirmarse la continuidad, Pepe Pozas confesó que «es muy difícil que un jugador esté siete años en el mismo club y eso hace que me sienta muy orgulloso». El Obradoiro ejecutó la opción de renovación del capitán, que desde su tierra natal agradece la confianza depositada en un jugador que ya tiene corazón gallego y que una vez más destaca el cariño que recibe de la gente del baloncesto compostelano, «muy pendientes de si continuaba o no».

El base reconoce que son muchas las cosas que le hacen querer continuar en el Obra. «Estoy muy contento y mi mujer y yo estamos acomodados al 100 % en Santiago. Deportivamente creo que tanto el club como yo tenemos objetivos que podemos cumplir juntos. Nunca pensé que podía estar tanto tiempo en un sitio. Lo único que tenía claro es que quería ser jugador de baloncesto y encontrar retos que me hiciesen progresar a nivel personal y profesional». En Santiago lo está encontrando y recuerda que no es nada fácil que un jugador esté tantos años defendiendo la misma camiseta.