Un Obradoiro de extremos

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Sandra Alonso

El acierto en el triple distingue las victorias ante Manresa y Valencia de las tres últimas derrotas

10 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Monbus Obradoiro ofreció su mejor versión en los partidos de casa ante el Valencia y el Manresa. En los tres siguientes bajó ostensiblemente sus prestaciones, ante el Baskonia en el Buesa Arena, el Murcia en Sar y el domingo en Miribilla frente al Bilbao.

Es difícil encontrar una explicación a un cambio tan radical. Y repasando cada encuentro y sus estadísticas, hay un factor diferencial: el acierto en el triple.

Ante el Valencia la amenaza llegó desde todos los frentes: Magee firmó 2/7, Brodziansky 2/2, De Zeeuw 2/3, Daum 2/4, Czerapowicz 3/4 y Pozas 1/2. Solo lo intentaron sin tino David Navarro, 0/1, y Vasileiadis, 0/2.

Frente al Manresa se repitió la historia, con mención especial para Magee, 7/11, y Brodziansky, 5/6. También sumaron David Navarro 1/2, Daum 2/4, Czerapowicz 2/5 y Vasileiadis 2/4. Se quedó en blanco De Zeeuw, 0/2. Probablemente fuese el mejor partido de esta temporada.

En Baskonia bajaron los porcentajes y subió el número de jugadores que no sumaron triples: Magee 2/5, Brodziansky 3/5, Font 1/3, Daum 1/4 y Pozas 1/5. Se quedaron en blanco Beliauskas 0/1, De Zeeuw 0/1 y Czerapowicz 0/4.

Contra el Murcia el Obra solo totalizó seis tripes: Magee 1/4, De Zeeuw 1/2, Álvaro Muñoz 1/4, Pozas 1/3 y Vasileiadis 2/5. Brodziansky no tiró, Daum marró su único intento y lo mismo sucedió con David Navarro.

En Bilbao el resumen es peor de lo que parece, porque Brodziansky se soltó en el último cuarto y acabó con 4/5. Sin ese arreón, la estadística del equipo hubiese sido de 6/25, con 3/7 de Vasileiadis, 2/5 de Pozas y 1/2 de Daum. Magee falló sus cuatro lanzamientos, lo mismo que Beliauskas. Czerapowicz se quedó en 0/3 y Álvaro Muñoz en 0/1.

En las dos últimas jornadas también se suma un bajón de Kravic, que venía siendo una de las principales amenazas del equipo. En Bilbao se quedó en cuatro puntos y al Murcia le hizo solamente cinco.

Resulta también paradójico que el Obradoiro llegó al paréntesis de la Copa con el debate abierto sobre la necesidad de cerrar mejor el rebote defensivo. Y, cuando lo ha conseguido, ha bajado sus porcentajes de tiro. Ahora la asignatura pendiente es combinar una buena jornada en el rebote y en el triple.