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Con más de cinco millones de presupuesto y ocho millares de abonados busca su estreno en la Copa
08 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Si el Obradoiro no hubiese perseverado en su batalla judicial y la ACB no hubiera suavizado los requisitos de acceso probablemente el partido de este sábado entre compostelanos y burgaleses no sería posible. Porque la competición llegó a la ciudad del Apóstol tras cuatro lustros de paciente y perseverante lucha en los tribunales. Y en la ciudad del Cid fue posible tras varios ascensos frustrados después de que el club se refundase para aceptar una plaza en la LEB ofrecida por la federación y una vez que la exigencia del canon de entrada pasó a mejor vida.
A partir de ahí, Sar y el Coliseum se han consolidado como dos plazas que transpiran baloncesto, con una diferencia sustancial: el San Pablo Burgos se mueve en una realidad social y económica más ventajosa. Llegará en busca de una victoria que podría significar su primera presencia en la Copa del Rey.
El Monbus Obradoiro maneja esta temporada un presupuesto de 3,5 millones de euros. Y ha consolidado en las últimas campañas una masa social en torno a los cuatro millares de abonados Hasta la fecha, rozó el lleno ante el Estudiantes, con 5.964 espectadores, y frente al Real Madrid, con 5.864.
El Burgos supera esta campaña los cinco millones de euros en su previsión de gasto. El Ayuntamiento garantiza una aportación de 800.000 euros, a la que se sumarán otros 50.000 si el equipo se clasifica para la Copa del Rey. La media de espectadores se sitúan por encima de los nueve millares en todas las jornadas. En la última, ante el Barça, hubo lleno, con 9.579 aficionados. Y eso a pesar de que los abonados también tenían que pasar por taquilla. Son más de 8.000 los seguidores que han pagado su carné para los partidos de la Liga Endesa. Para los de competición europea casi se cubrió el cupo.
Cinco con muchos quilates
Al menos cinco jugadores visitantes están en una escala salarial a la que no puede llegar el Obradoiro: Fitipaldo, Benite, McFadden, Earl Clark y Augusto Lima. Por posiciones, podría ser el cinco inicial el sábado.
El San Pablo se ha visto arropado en varios de sus desplazamientos. Y el de Sar, con la Copa del Rey en juego para las huestes de Joan Peñarroya, no será una excepción. No se llegará al nivel de Vitoria, con unos dos mil seguidores en las gradas del Fernando Buesa Arena. Ni a los mil que viajaron para ver a su equipo ante el Estudiantes. Pero el club ha organizado viajes en autobús al precio de 30 euros, incluyendo desplazamiento y entrada. Habrá desembarco.
De las ocho plazas de la Copa del Rey, cinco ya tienen dueño: Barcelona, Real Madrid, Zaragoza, Tenerife y Málaga. Tres se decidirán este fin de semana, en la última jornada de la primera vuelta.
El Burgos la encara con un balance de ocho partidos ganados y ocho perdidos, y con una diferencia favorable de nueve puntos entre los anotados y los encajados. Para estar en Málaga necesita inexcusablemente ganar al Monbus Obradoiro. Y esa es condición necesaria pero no suficiente.
Por delante tiene a dos rivales con nueve victorias: el Andorra, y más 26 en el diferencial de puntos a favor y en contra, y el Bilbao, con menos ocho.
A la par, con ocho triunfos están el Valencia (más 89), el Joventut (menos 10) y el Gran Canaria (menos 19).
El Andorra y el Bilbao se aseguran su presencia en la Copa si ganan en Manresa y Barcelona, respectivamente.
El Burgos quedaría por delante del Bilbao en caso de ganar en Sar y de una derrota de los de Mumbrú en el Palau. Esa combinación casi le garantiza la clasificación, ya que el Joventut y el Gran Canaria tendrían muy difícil recuperar la desventaja en el balance de puntos a favor y en contra.