Moncho Fernández destaca la paciencia, la defensa y el acierto

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

Curro Segura considera claves las pérdidas de balón y la irrupción de David Navarro

13 dic 2019 . Actualizado a las 20:01 h.

Moncho Fernández y Curro Segura coincidieron en el análisis del partido al significar que la defensa del Obradoiro en la segunda parte, tras un mal arranque del tercer cuarto, y la paciencia para buscar buenas opciones de tiro habían sido determinantes.

El Alquimista de Pontepedriña se encontró con un duelo que no le sorprendió: «Como preveíamos, ha sido un partido disputadísimo, de alternancias, de mucha exigencia en las dos partes del campo. El Betis es un equipo que nunca se entrega, que trabaja, que defiende muchísimo. Tras un inicio muy bueno, y un segundo cuarto con mucho desacierto ofensivo en las últimas acciones, permitimos que Betis volviera al partido. El inicio del tercer cuarto fue terrible para nosotros, con un parcial 0-9, cuando ellos adquieran su mayor ventaja».

En ese momento el equipo supo reaccionar: «A partir de ahí, y hasta el final, el partido fue nuestro. Me parece que recibimos veintipocos puntos en 18-19 minutos. El trabajo defensivo nos permitió correr, hacer canastas fáciles. Y sí es cierto que tuvimos la paciencia y el acierto de anotar en momentos importantes. El partido se tenía que acabar en algún momento y cogimos esa escapada buena. Cuando nos fuimos de seis puntos creo que ellos quedaron un poco tocados».

Curro Segura apuntó a otra clave, las pérdidas de balón: «El partido ha tenido toda la tensión que suponíamos y durante muchos minutos hemos sido capaces de conseguir que ellos se encontraran incómodos en sus ataques, logrando que tuvieran tiros forzados o ataques incómodos. Pero han tenido la paciencia suficiente para jugar muy largo, con pases extra, buscando el mejor tiro. Creo que han sido determinantes dos cosas. Una, nuestras veinte pérdidas, y otra, la aparición de David Navarro».

El técnico andaluz también habló de algo que ya había advertido, las rachas del Obra, y del efecto que tienen en su afición: «Cada triple parecía un gol».