Los verdinegros rompieron el partido con acciones de uno contra uno y lo ataron con los triples
03 nov 2019 . Actualizado a las 14:53 h.El Monbus Obradoiro se encontró con un Joventut muy redondo y cayó claramente en Badalona. La clarividencia de Dimitrijevic y los triples de Morgan rompieron el partido en el segundo y el tercer cuarto. Y los triples de Prepelic y López-Arostegui en el cuarto neutralizaron el último intento visitante por remontar. La Penya hizo mucho daño en el uno contra uno y disfrutó de una mañana dulce en el tiro de larga distancia. Todo lo contrario que el Obradoiro, peleado con el triple.
El primer cuarto, además de extraño en el desarrollo, fue probablemente el más largo de la historia del Obradoiro en la ACB porque un desajuste en el cronómetro propició un parón de diez minutos cuando faltaban menos de treinta segundos para que concluyese.
Fue un tramo de tirones. El primero lo protagonizaron los visitantes, con dos buenas canastas de Kravic y un triple de Álvaro Muñoz.
El Joventut se repuso desde la defensa, muy pegajosa, y contestó con un parcial 17-4 que le dio seis puntos de renta. Forzó en ese cuarto inicial hasta cinco pérdidas de balón, dos de ellas tras un saque de fondo y otra en un saque lateral. Puso en muchos problemas a los santiagueses para salir de la presión.
El Obradoiro arrancó el segundo acto uno abajo. Y pese a anotar los cuatro primeros puntos vio como el partido giraba hacia el escenario que menos le convenía y, en consecuencia, el que más buscaba el conjunto de Carles Durán.
La Penya, que hizo 19 puntos en los primeros diez minutos, anotó 16 antes de llegar al cuarto de hora de juego efectivo. Y llegó a abrir una brecha de once puntos. Encontró la llave para hacer ataques rápidos, casi siempre buscando entradas hasta la cocina por el pasillo central. Y si la defensa del Obra se cerraba, optaba por abrir el balón hacia la línea de 6,75 metros, desde donde Morgan clavó dos misiles seguidos que hicieron mucho daño. A todo ello le añadía otra de sus virtudes, la del rebote ofensivo, que le dio varias segundas opciones.
El Obradoiro, sin el auxilio de los triples, dio con la tecla para minimizar daños por ese carril central hacia el aro. También bajó el porcentaje de acierto local en el triple. Y se fue al descanso siete abajo, pero con la sensación de que era el Joventut el que manejaba los hilos, el que controlaba la contienda con cierta holgura.
Se veía venir. En el intermedio los compostelanos no encontraron el antídoto y la Penya volvió a sacar las tijeras forzando una y otra vez el uno contra uno que le daba réditos, sin alargar las posesiones. En un visto y no visto firmó un parcial 10-0 que obligó a Moncho Fernández a pedir tiempo muerto, tras dos acciones consecutivas de canasta y adicional. Pero el Joventut ya estaba lanzado y cerró el tercer cuarto con el choque muy encarrilado, 74-57.
El Obradoiro no se rindió. Apoyándose en el buen hacer de Kravic, en el despertar de Brodziansky y Calloway y en una mejor defensa consiguió rebajar la diferencia por debajo de los diez puntos. Pero no era el día. Dos triples seguidos de Prepelic, el segundo al límite en una jugada en la que los de Moncho Fernández estuvieron en un tris de recuperar el balón, y uno de López-Arostegui frenaron la reacción. Del 83-74 se pasó a un 92-75 que resultó demoledor.
Joventut 101: Zisis (5), Prepelic (19), López-Arostegui (18), Harangody (6) y Omic (9) -cinco inicial-. Morgan (17), Kanter (6), Ventura (7), Dimitrijevic (14), Joel Parra, Busquets y Zagars.
Obradoiro 77: Pozas (4), Magee (6), Álvaro Muñoz (3), Daum (9) y Kravic (24) -cinco inicial-. Brodziansky (7), Calloway (7), De Zeeuw (2), Spires (3), Czerapowicz (12) y David Navarro.
Parciales en cada cuarto: 19-18; 26-20; 29-19; y 27-20.
Árbitros: Peruga, Araña y Merino. Descalificaron a Moncho Fernández con dos técnicas.
Incidencias: Municipal D’Esports de Badalona. Séptima jornada de la Liga Endesa.