Siete años de «canhadoiro»

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Cedida

El padre de Mike Muscala se sumó a la primera reunión de aficionados de la temporada junto a Oriol Junyent y los capitanes Pepe Pozas y Kostas Vasileiadis

27 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada semana que el Monbus Obradoiro juega en casa hay una convocatoria abierta a todos los aficionados que quieran tomar unas cañas y darle unas vueltas dialécticas al partido que se avecina y a la realidad del club. Es una iniciativa que nació a principios de 2012, en la primera temporada de Moncho Fernández en la ACB con el conjunto santiagués. El calendario deparó cuatro partidos seguidos en Sar, en los que el colectivo debería tomar impulso. No fue así. Se quedó clavado, perdió los cuatro y en el intercambio de pareceres a través de las redes sociales surgió la iniciativa, como un intento de levantar el ánimo. Quedó bautizada con el nombre de canhadoiro.

Cada uno puede pensar lo que quiera respecto a si hay o hubo relación causa efecto, pero al primer canhadoiro de la historia le siguió una victoria en Sar frente al Baskonia. Y hasta hoy. Con resultados de todos los colores, pero logrando la permanencia.

Este es el séptimo año de cañas prepartido, con momentos de más afluencia y citas más escasas en número de aficionados. En más de una ocasión con jugadores y técnicos de la primera plantilla como invitados de excepción.

El de este jueves ha sido el primer canhadoiro de la temporada, el primero del séptimo año. Y entre los asistentes se podía ver al padre de Mike Muscala, que se quedó con un grato recuerdo de la ciudad y del club tras el paso de su hijo por Sar. Un paso meteórico, porque llegó como rookie y en febrero cogió el avión hacia la NBA, para firmar por los Atlanta Hawks.

Tampoco faltaron a la cita los capitanes Pepe Pozas y Kostas Vasileiadis, y otro capitán ya retirado de las pistas pero no del sentimiento, Oriol Junyent, cuya camiseta luce en lo alto de Sar. Y aficionados de los que solo se pierden un partido en casa por causa de fuerza mayor. Pepu Hernández diría O-bra-doi-ro.