El Obradoiro reajusta el modelo

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

SANDRA ALONSO

La actividad defensiva y una mayor presencia en el poste bajo serán estandartes esta temporada

24 sep 2019 . Actualizado a las 11:43 h.

Atrás quedan seis semanas de pretemporada, de ensayos y de ensambladura de piezas. Arranca la Liga Endesa y esta semana Moncho Fernández tiene que pensar ya en los rivales y no solo en la construcción de su equipo. Por lo que se ha podido ver en la pretemporada y por los comentarios de los propios protagonistas, el Obradoiro 19/20 quiere asentar su baloncesto en una buena defensa y en un ataque con más repertorio con más poste bajo. Ya lo anticipaba hace unos días David Navarro en una frase: «Hay más soluciones».

A Álvaro Muñoz, uno de los nuevos en el plantel, le faltan referencias para comparar con el pasado ejercicio. Pero pone el ejemplo de la final de la Copa Galicia para trazar las líneas maestras de lo que debe ser el equipo esta campaña: «Una vez que hemos encontrado nuestro ritmo de presionar y defender, juntos, las cosas han empezado a funcionar. Es la dinámica que debemos conseguir este año. Tenemos muchas armas y aprovecharlas todas es lo que nos puede dar un salto de calidad».

En esa misma línea de variedad de recursos se pronunciaba Kostas Vasileiadis en la presentación de la Liga Endesa: «Tenemos un equipo competitivo, un equipo con sistemas complicados para los rivales. Jugábamos mucho con salida y tiro de tres. Este año creo que va a ser diferente nuestro baloncesto. Tenemos unos grandes capaces de jugar cerca de la canasta y fuera».

Pepe Pozas no se mostraba tan categórico al respecto a la conclusión de la final de la Copa Galicia, cuando se le preguntaba por un Obradoiro que había buscado menos el tiro de tres, que había optado más por las transiciones rápidas y el juego interior: «El año pasado también jugábamos balones interiores con Nacho Llovet y Vladi. El partido, a lo mejor, ha ido más por ese momento, porque ellos sufrían un poco más con el cuatro. No sé que decir. Sí es verdad que todos los jugadores de poste bajo son capaces de moverse de espaldas al aro y esa es un arma que hay que seguir usando».

Si tuviese que apostar por una faceta del baloncesto como viga maestra en la estructura del equipo, el base se queda con la defensa: «Al final es lo que intentamos, desgastar lo máximo al rival y el tiempo. Eso es lo que tiene que ser nuestra seña de identidad. Después ya veremos como vienen los demás».

También Álvaro Muñoz apela al trabajo de retaguardia como uno de los primeros mandamientos en el catecismo del Obradoiro: «Tenemos que ser un equipo al que le guste defender, que disfrutemos ayudándonos y presionando, siendo activos de manos y de pies. Eso nos puede dar canastas fáciles en ataque». Ante el COB, el Obra fue capaz de forzar veinte pérdidas de balón.

En este encuentro Moncho Fernández restringió los minutos del alero porque llegaba a la final de la Copa Galicia en una semana en la que había sufrido un pequeño esguince de tobillo. Álvaro Muñoz resta importancia al percance: «Calentando bien, y con la ayuda de los fisios y del preparador físico me he notado bien». No se resintió.