El entrenador del Obradoiro se quiere quedar con lo más positivo, que el equipo reaccionó tras el descanso
13 may 2019 . Actualizado a las 17:26 h.Para Moncho Fernández, entrenador del Obradoiro, el Tenerife ganó porque «jugó francamente bien y tuvo mucho acierto». Explica que el cuadro compostelano «empezó con mucha intensidad, pero un poco nerviosos sobre todo en el aspecto defensivo, pero llegamos empatados al final del primer cuarto». La clave de la derrota está bien clara: el pésimo segundo cuarto. Así lo entiende también el técnico: «Nuestra tumba fue el segundo cuarto, sobre todo por nuestros errores de ataque, con un solo triple anotado y con cinco pérdidas que nos castigaron mucho».
La segunda parte ya fue diferente. El equipo reaccionó, pero al final volvió a bajar los brazos, sobre todo por el acierto desde larga distancia de los canarios. «Tras el descanso hicimos un trabajo enorme, un gran esfuerzo y un gran derroche. Nos pusimos a cinco y unas acciones consecutivas, como varias pérdidas o triples fallados, nos impidieron llegar más lejos», se lamenta el de Pontepedriña.
«El segundo cuarto ya fue una losa muy difícil de arreglar. El equipo luchó, se entregó y le puso muchas ganas en el segundo tiempo. El derroche físico fue importantísimo. Tuvimos mucha intensidad y ganas en tres cuartos del partido», insiste el entrenador obradoirista, quien reconoce que fue «una semana muy dura, con muchos partidos, y ahora los jugadores necesitan descansar y limpiar un poco la cabeza. Cuando llevas tantas derrotas seguidas, en una racha tan negativa, es normal que no estemos nada contentos».
Pero no es tiempo para llorar. «No hay tiempo para quejas y lamentos», dice Moncho Fernández. «Tenemos dos partidos y una oportunidad enorme el próximo domingo. Tenemos que entrenar bien para competir bien en Madrid ante el Estudiantes». El Tenerife tuvo un gran acierto en los lanzamientos de tres en la primera parte y eso marcó el desarrollo del encuentro, según el entrenador gallego.