La afición del Obradoiro se implica

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

SANDRA ALONSO

Los seguidores saben que Sar tiene mucho que decir en la lucha por la permanencia

30 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Faltan cinco jornadas para que concluya la Liga Endesa y el Monbus Obradoiro suma once victorias. Tiene dos de margen sobre el descenso y el objetivo de la permanencia encarrilado. Pero se le resiste el duodécimo triunfo, que reportaría mucha tranquilidad. A diferencia de otras campañas, nadie se descuelga. El pasado curso el Zaragoza se salvó con diez partidos ganados y en el 16/17 con nueve (ese año el Obra acabó con once en su haber). En la 15/16 el colectivo de Moncho Fernández se salvó con diez. En la 14/15 también bastaron once, las que logró el Manresa. En la 13/14 el Estudiantes libró con doce, y le sobraron cinco.

El Obradoiro firmó siete victorias en la primera vuelta. Y empezó la segunda como un tiro. Tras la jornada vigesimoprimera totalizaba diez partidos ganados y estaba a solo uno de los puestos de play off. Desde entonces solo ha sumado uno más, el de Burgos. Ve como los perseguidores recortan, aunque mantiene una renta de dos encuentros sobre el descenso. Pero sale malparado en los basketaverages.

La afición no oculta su inquietud. No obstante, prefiere centrarse en reconducir la dinámica de las últimas semanas y confía en el efecto Sar. Así los significan cuatro de los seguidores consultados, que en su día colaboraron con la sección Son do Obra.

JACOBO REY

«No es momento para lamentos ni reproches». Es el artífice del blog El Obra tiene historia. Se confiesa «preocupado», por la mala racha de resultados, pero «optimista» porque el equipo no depende de terceros y porque «estos jugadores han demostrado que pueden competir contra cualquier equipo. Son los mismos que ganaron a Unicaja con un gran baloncesto, y también en Valencia y en Burgos». «Lo que consigamos será por lo que hayamos hecho nosotros», añade.

Al echar la vista al frente, no tiene duda de por dónde puede llegar la reacción: «La clave es Sar. Cuando estamos a muerte con el equipo, son varios puntos a mayores. El pabellón es capaz de defender y meter puntos. No es momento para lamentos ni reproches. Los que están por detrás se cambiarían por nosotros».

VÍCTOR FÁBREGAS

«Parece que o noso é sufrir ata o último día». El actor es asiduo en Sar y de los que más viaja con el equipo cuando tiene oportunidad de hacerlo. Recuerda que no es la primera vez que el Obra se ve en aprietos: «Para ben ou para mal, parece que o noso é sufrir ata o último día. Esa é a nosa normalidade. Non é desexable, pero tampouco é nada que non coñezamos. A pena son os partidos que se nos escaparon e que tiñamos na man, por esas remontadas que nos fan. Vemos a orilla xa hai un bo anaco e non damos chegado. Pero prefiro ver o vaso medio cheo».

También apela a Sar: «Non podemos metelas no aro, pero si axudar, dar forza. Queda unha minitempada de cinco partidos a temos algo de vantaxe».

ana lage

«Evitar recaídas». Una de las voces autorizadas de Meteogalicia lo es también en lo que se refiere al seguimiento del Obradoiro. «Buscando la analogía con la medicina -comenta- diría que la situación no es grave pero hay que evitar las recaídas a toda costa». Intuye que buena parte de la permanencia depende de Sar: «Me gusta mucho la frase de Kennedy aquella de no pienses qué puede hacer tu país por ti sino que puedes hacer tú por tu país. Tenemos que llevar un extra a Sar, llenar en los partidos ante los equipos canarios. No podemos meter canastas, pero sí hacer que sientan nuestro ánimo, que son cinco en la pista y cinco mil con ellos».

santiago hernández

«Todos xuntos, Obrá». Nadie ha recabado tantos archivos videográficos del Obra como Santiago Hernández, otro de los fijos en Sar. Recuerda el balance de diez triunfos en 21 jornadas: «Eso me lleva a pensar que tenemos buenos mimbres, aunque verdes. El equipo mezclaba bien el ataque, arma fundamental este año, sobre todo en el exterior, con la defensa. Teníamos la permanencia prácticamente encarrilada, y hasta Sar tenía sus decibelios. Fue perdiendo sintonía a medida que avanzaba la segunda vuelta, igual que el equipo. No sé si fue una relajación mutua o consecuencia de esa inexperiencia del equipo y el no saber adaptarse a las defensas que recibía. Lo fue pagando en ataque y en defensa, porque se perdió el ADN defensivo obradoirista. A eso se le suman las lesiones y que los rivales ficharon».

Apuesta por «sacar no uno sino dos partidos más en Sar» y es optimista siempre que «se recupere la simbiosis afición-equipo». En ese frente, cree que el club debería ser más activo. En todo caso, lanza un mensaje optimista: «Juntos somos un arma temible y le podemos ganar a cualquiera. Somos una gran familia y, aunque a veces riñamos, tenemos que ser conscientes de que nos necesitamos». Todo lo resume en uno de los gritos de guerra más celebrados en el Multiusos: «O-B-R-A todos xuntos, Obrá».