La buena dinámica en las últimas jornadas de un Gipuzkoa Basket reforzado, sobre todo desde el perímetro, hacía presagiar un partido difícil en Illumbe. Si a esto le unimos las bajas de Simons y Singler en el Obradoiro, el panorama se agravaba algo más.
Aún así, el Obradoiro compitió en muchas fases del partido, pero siempre fue a remolque. Aunque tuvo algunas oportunidades para llegar a un final más incierto y apretado, no fue así. También defendíamos un basketaveraje que finalmente se perdió en el Donostia Arena.
El acierto exterior del equipo vasco y su dominio del rebote (40 por 28), explican las claves de una derrota que hace que ahora le veamos las orejas al lobo del descenso.
Quedan cinco jornadas: Andorra fuera, Gran Canaria y Tenerife, los dos seguidos en casa, visitaremos al Estudiantes y cerraremos la liga regular en casa, en Sar, contra el Barça.
El calendario de nuestros rivales en la lucha por la permanencia tampoco es fácil, pues tienen varios duelos entre ellos y ante otros adversarios de la parte alta de la tabla clasificatoria.
Seguramente llegue con una victoria más para salvarse, pero hay que conseguirla cuanto antes. Y no será nada fácil a tenor del calendario y de los rivales.
Es clave la recuperación de lesionados y levantar la moral de un equipo que está llegando muy justo a este final de temporada.
Hay que tener mucha calma y buenos alimentos, confianza en los nuestros, pues lo han demostrado otras veces. El objetivo está muy cerca, pero hay que cerrarlo lo antes posible.