El Obradoiro no quiere hacer regalos

ANDAR MIUDIÑO

Paco Rodríguez

Moncho Fernández pide máximo control de las pérdidas de balón ante el Andorra

06 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Monbus Obradoiro recibe a las 18 horas al Andorra en un encuentro que, a tenor de los precedentes, promete emoción e igualdad. La pasada campaña ganaron los visitantes de doce, en un partido que se decidió en el último cuarto. Las dos temporadas anteriores la victoria se quedó en casa, con dos y un punto de renta, en ambos casos en choques que se decantaron en la prórroga. Y la victoria más clara de los santiagueses se remonta al curso 14/15, por un ajustado 78-73.

Todos ellos fueron duelos con Moncho Fernández en un banquillo y Joan Peñarroya en el otro. En esta ocasión hay un cambio, ya que es Ibon Navarro quien lleva las riendas del Andorra. Y las estadísticas dicen que llega a Sar un equipo que brilla en dos apartados en los que puede causar problemas al Obradoiro, ya que dos de sus puntos fuertes son el rebote ofensivo y los robos de balón.

El control de las pérdidas de balón se ha convertido en un objetivo prioritario para el Obradoiro, que no quiere hacer regalos. Es una vía de agua que le está reportando más de un problema, ya que las más de las veces esas concesiones se convierten en canastas fáciles del rival. Y el Andorra es uno de los colectivos más verticales de la Liga Endesa, de los que más rápido busca el tiro en cuanto tiene la posesión. Cuando lo recupera, vuela hacia el aro.

Los equipos que menos balones pierden son el Málaga (10,64 por partido), el Baskonia (11,50) y el Real Madrid (11,57). El Obradoiro es antepenúltimo en ese ránking, con 14,21. Pero ha tenido días de 20 (en Tenerife), de 18 (ante el Baskonia) o de 17 (Barcelona y Zaragoza, aunque en este caso acabó haciéndose con la victoria). El colectivo santiagués ha insistido mucho durante la semana en mejorar en este apartado. Y Moncho Fernández también añadió otro frente: el control del rebote, para evitar segundas opciones de los visitantes.

En Andorra el discurso se ha centrado estos días en cambiar las cuentas de la Copa del Rey por el mensaje del Cholo Simeone. Así lo explicó Ibon Navarro: «Este club ha ido solo una vez a la Copa del Rey y la presión que nos habíamos puesto desde dentro del vestuario ha sido excesiva. No ha sido el club ni tampoco la prensa, hemos sido nosotros y pienso que no nos ha ido bien. Ahora nos tomamos todos los partidos como una final pero no por la Copa sino porque queremos intentar ganarlos todos. Es cómo es este club».

En términos similares se pronunció Dylan Ennis: «Hemos dejado de estar preocupados por la Copa del Rey. Ahora vamos partido a partido, que creo que nos puede ir mejor».

Al centrarse en el Obradoiro, Ibon Navarro se suma a la lista de entrenadores que advierten, en primer lugar, de que se trata de un equipo «con un estilo diferente al resto», que siempre exige la máxima concentración a sus oponentes.

Una baja por bando

En las filas locales Moncho Fernández no podrá contar con Nick Spires, que se recupera de un esguince de rodilla. Y en el calentamiento sabrá hasta qué punto podrá echar una mano De Zeeuw.

En el conjunto visitante es baja Jelinek, que se lesionó en el partido de la Eurocopa en Zagreb. Y debutará Jerome Jordan, que jugó los primeros catorce encuentros de Liga en el Breogán.