Andreas Obst coge el gusto al pulpo, las navajas y el juego de Moncho

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

El escolta alemán se adapta con rapidez a su nuevo destino y a un baloncesto que «genera espacio a los tiradores»

04 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Andreas Obst escogió Compostela y el Monbus Obradoiro como primer destino profesional lejos de su Alemania natal. Han pasado poco más de cuatro meses desde que recalase en la capital gallega y parece que llevase años, comparado con buena parte de jugadores que antes pasaron por esa tesitura.

Ya empieza a manejar el idioma, porque se ha apuntado a clases en la Universidad y les está sacando partido. Habla del pulpo y las navajas como dos descubrimientos culinarios que le fascinan el paladar. Los disfruta tanto como el café y el paisaje en el hotel Costa Vella, uno de sus rincones favoritos de la ciudad. Y conoce el significado del Miudiño, el literal y el que aúna a todo el obradoirismo. Si tradujese su apellido sería Andreas Fruta, y con ese juego de palabras ha escogido su sobrenombre en la red social Twitter, @Fruit_96.

Andreas Obst cerró el año anotando seis triples sin fallo en Barcelona, un registro que le valió para integrar el quinteto de los destacados de la jornada. Recuerda que en Alemania llegó a convertir «siete u ocho en un partido», aunque no sabría precisar la cifra.

Confía en seguir sacando brillo a su muñeca en un modelo de baloncesto que es muy de su agrado: «El juego de Moncho está lleno de cambios, se hacen muchos bloqueos y pantallas, lo cual genera mucho espacio a los tiradores para lanzar de tres. En este baloncesto nos movemos mucho, corremos mucho, hay mucho movimiento, mientras que en los equipos en los que he estado antes había dos jugadores que eran los que ejercían la mayor parten de los movimientos y el resto eran más estáticos. Se movían, pero no tanto como aquí, en el Obradoiro».

Controlar las pérdidas de balón

Hace una semanas, el equipo se conjuró para tratar de compensar el talón de Aquiles que tenía en la dificultad para cerrar el rebote. Ahora la atención se centra más en otro frente que está dando más de un quebradero de cabeza, el de las pérdidas de balón. Obst coincide en su análisis con el que apuntaba esta semana Maxime de Zeeuw: «Hacemos perdidas fáciles que generan espacios al rival y por ello tenemos que bascular en defensa. Debemos mejorar en este aspecto y recuperar la línea de semanas anteriores, en las que en este apartado estuvimos muy sólidos».

El escolta germano no duda al analizar la causa principal de las derrotas ante el Manresa y el Barcelona: «Los dos últimos partidos se pierden, aparte de por pequeños detalles, sobre todo por las pérdidas de balón, que generan puntos fáciles para el rival y le permiten coger ventaja». Subraya que ese apartado será determinante en el choque del domingo frente al Andorra.

Todo esto sucede en una Liga Endesa que es nueva para él. Pero ya la tiene calibrada: «Cada semana es diferente, puedes ganar o perder partidos por veinte puntos, es una liga llena detalles que te exige estar concentrado y para la que tienes que prepararte».

Para tomar referencia del nivel de la ACB, calcula que el Alba Berlín y el Bayern de Múnich, dos de los equipos punteros de la competición germana, pelearían en los play offs y por entrar «en el top cinco», respectivamente.

Entre tanto, Obst quiere seguir creciendo en un equipo y un baloncesto con los que no ha tardado en identificarse: «Cuando llegue aquí no sabía qué iba a pasar, pero la verdad es que estoy muy contento con la manera en la que me tratan los entrenadores, contento con la organización del equipo, con el club, es muy agradable, como una familia, me gusta trabajar aquí».