El último cuarto condena a un buen Obradoiro ante el Baskonia

ANDAR MIUDIÑO

SANDRA ALONSO

El equipo santiagués tuteó a su rival durante más de treinta minutos

25 nov 2018 . Actualizado a las 19:17 h.

El Monbus Obradoiro tuteó al Baskonia durante treinta minutos largos. Incluso hubo un momento en el que amenazó con escaparse en el marcador en el tercer cuarto. En el último, sin embargo, los visitantes se soltaron en ataque, rompieron el choque y se llevaron la victoria. Antes, Shengelia había sido el sostén en los tramos más delicados. Al final, derrota, 74-81, pero Sar premió el buen desempeñó de los suyos con un cariñoso aplauso.

Los dos equipos regalaron una primera mitad reñida, intensa, muy del agrado de Sar, en una contienda en la que Perasovic optó de inicio por poner todo el músculo de su equipo, que no es poco, sobre el parqué, con cada jugador apretando al límite a su par. Mención especial se llevaron en este capítulo Granger, sobre Sàbat, y Hilliard, un bull dog con Kostas Vasileiadis.

El Baskonia trató de armar su baloncesto a partir de la agresividad. Y, en caso de atasco, sabe que siempre puede buscar a Shengelia en el poste bajo. El Obra respondió con aplomo, con una ostensible mejoría en el trabajo reboteador y con mucho equilibrio en ataque a la hora de repartir del juego entre los pívots y el perímetro.

El primer cuarto acabó con empate a 21 y el segundo arrancó con cincos distintos a los del inicio en ambos lados. En el local, David Navarro, Obst, Simons, Brodziansky y De Zeeuw. En el visitante, Marcelinho, Garino, Janning, Voigtmann y Diop. Perasovic no tardó en aplicar el método del no hay perdón. A la primera que no le gustó una acción de Marcelinho, lo cambió por Vildoza. Después Voigtmann se enredó, acabó cometiendo pasos, y se fue al banco para que entrase Shengelia. Y el siguiente fue Diop, para que volviese Poirier.

Moncho Fernández también fue reconstruyendo el cinco, pero más bien administrando fuerzas, descansos y personales. El Obra se sostenía en defensa y consiguió llegar al intermedio con dos puntos de renta, 35-33, después de que el aro escupiese un triple forzado de Kostas Vasileiadis sobre la bocina. Solo había un dato preocupante, el de la igualdad en el marcador a pesar de que el conjunto local estaba ganando claramente la batalla del rebote en los dos aros, y de que el Baskonia había marrado sus diez ensayos triples.

En el tercer cuarto se mantuvo la igualdad, aunque con más tirones. Arrancó con un parcial 8-2, incluidos un par de triples de Sàbat. Contestó el Baskonia, una vez más, atornillando en defensa y con algo más de fluidez en ataque. Y volvió a coger una pequeña renta el Obradoiro gracias a dos triples postreros y seguidos de Obst. Pero ya se estaba equilibrando la batalla debajo de los aros. Y Hlinason, que venía de una primera parte extraordinaria, perdió presencia y peso.

El arranque del último acto mató al Obradoiro, que se atascó en ataque, después de dos canastas de Simons. Con 64-60, Marcelinho, que se hartó de marrar triples en Milán, recibió, pensó y dudó, pero clavó los tres puntos. Abrió un parcial 0-13 que fue definitivo. De repente, al cinco santiagués empezó a salirle todo al revés. Dejaron de entrar los triples y siguió sumando pérdidas de balón. En cambio el rival mejoró en todas las facetas, también en la larga distancia. Y tras treinta minutos largos de sufrimiento, se llevó el triunfo con una holgura inesperada.

Ficha técnica:

74 - Monbus Obradoiro (21+14+25+14): Sàbat (12), Llovet (6), Hlinason (12), Singler (7), Vasileiadis (15), -quinteto inicial- Simons (13), Brodziansky (1), Obst (6), de Zeeuw (2), Navarro (0).

81 - Kirolbet Baskonia (21+12+23+25): Granger (7), Poirier (8), Shengelia (19), Shields (5), Hilliard (5), -quinteto inicial- Vildoza (0), Voigtmann (7), Huertas (24), Janning (2), Diop (0), Garino (0).

Árbitros: Conde, García Ortiz, Olivares.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 4.837 aficionados.