El Obradoiro se rearma en la ventana

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

Espera recuperar a Vasileiadis, Simons y Kendall ante el COB, ofrece más dudas De Zeeuw

14 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Obradoiro planificó la pretemporada previendo que la ventana FIBA se abriría durante la quinta semana de trabajo para que Andreas Obst, Tryggvi Hlinason, Nick Spires y Maxime de Zeeuw se incorporasen a sus selecciones. Finalmente han sido dos los convocados, los dos primeros. Pero el panorama se ha complicado con los percances físicos. Spires y De Zeeuw se recuperan de sendos esguinces de tobillo. Kendall Stephens viajó a Estados Unidos para tramitar su permiso de residencia también convaleciente de una torcedura en esa misma articulación. Vasileiadis se repone de una contractura muscular. Y Ben Simons trata de ganar peso y estado de forma después de unos problemas gastrointestinales que lo apartaron del equipo durante una semana y lo dejaron muy debilitado.

Rubén Vieira es el encargado de la parcela física en el Obradoiro. Y, a pesar de todas las complicaciones que van añadiendo dificultades a una pretemporada ya atípica, por la ventana FIBA, relativiza las consecuencias.

Individual y colectivo

Entre ausencias y percances físicos, estos últimos han sido días de un trabajo más individual que ahora, en la recta final de semana, «se focalizará más en el grupo», explica Vieira. «Y ahí veremos cómo están los jugadores. Todos los que tengan opciones, participarán el domingo. Es una competición oficial y queremos afrontarla con todas las armas disponibles», explica.

Serán bajas seguras los internacionales Obst y Hlinason y, entre los lesionados, Nick Spires. Los demás evolucionan satisfactoriamente. Kendall Stephens regresará el sábado. Y el que ofrece más dudas es Maxime de Zeeuw, que todavía nota bastante dolor.

Rubén Vieira subraya que «lo de los picos de forma es complejo en una competición de diez meses». Y explica el planteamiento del Obradoiro: «Siempre tratamos de estar lo mejor posible cuando comienza la competición, a nivel grupal e individual. Un equipo está bien cuando la mayoría de jugadores están bien. Este año, al tener la gran fortuna de participar en la Supercopa, iniciamos todo una semana antes. Lo de las ventanas lo sabíamos de antemano y no vale lamentarse. Hay que pensar que somos afortunados de estar en la Supercopa, de disputar la Liga Endesa, e ir pensando poco a poco, en hacer lo mejor posible el entrenamiento más inmediato, después los siguientes, competir lo mejor posible el domingo y, como quien dice, dar ya la salida a la temporada. La semana de la Supercopa es como iniciar la temporada».

El preparador físico está satisfecho de cómo están yendo las cosas, salvo en el apartado de los percances físicos. Y eso teniendo en cuenta que cada jugador tiene un plan a la carta, adaptado a sus cualidades: «El de Kostas no puede ser el mismo que el de Andy, jugando en la misma posición, o el de Tryggvi, el de Maxime o el de Pepe, que se desenvuelven en otras demarcaciones. Cada jugador debe seguir un plan individual de mejora física y técnica y, a la vez, eso hay que relacionarlo con la mejora del grupo».