Alquimia y talento en la Supercopa

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

El Obradoiro y el Real Madrid se cruzan en el primer torneo oficial de la temporada

13 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Caldeira de Sar prepara ya la ebullición de la Supercopa. Todo está preparado para el primer torneo oficial de la temporada, una vez sorteados los emparejamientos. Abrirán el fuego el Barcelona y el Baskonia, el viernes de la semana próxima a las 19 horas. A las 21.30 será el turno para el segundo cruce, el que medirá la alquimia del Obradoiro al talento del Real Madrid. El sábado arrancará con el concurso de triples, a las 18.15 horas. Y a las 19.15 se disputará la final.

Al colectivo de Moncho Fernández solo le podía tocar un cruce con el Real Madrid o el Barça. Y le correspondió el equipo blanco, de modo que se enfrentarán los dos entrenadores de la ACB que llevan más temporadas seguidas en sus respectivos banquillos, Moncho Fernández y Pablo Laso.

A solo ocho días de la gran cita, el Alquimista de Pontepedriña resalta que «la Supercopa es una fiesta». Y añade: «Jugar contra el actual campeón de Liga y de Europa realza todavía más esa fiesta para nosotros. Sabíamos que cualquier rival que nos tocara iba a ser difícil. Va a ser un honor pelear en nuestra casa contra un equipo como el Real Madrid. Como siempre, nuestro objetivo es ser lo más competitivos posible, que toda la gente que nos venga a ver, sea cual sea el marcador final, se vaya a casa orgullosa de nosotros».

En representación del club blanco acudió al sorteo Alberto Herreros, su director deportivo. Tuvo palabras elogiosas para el Obradoiro: «Sabe a qué quiere jugar y lo hace perfecto. Es un equipo difícil que te obliga a estar muy alerta los cuarenta minutos, sobre todo con los tiradores y las continuaciones. Se pasa muy bien la pelota y es muy difícil de batir». «La gente apoya a muerte y es muy bonito jugar aquí», apostilló.

Baloncesto y paciencia

Abundó un poco más en su análisis del colectivo santiagués: «Destacaría, sobre todo, la paciencia, la capacidad de aguantar tiempo hasta encontrar la debilidad del rival. Deberemos tener también mucha paciencia».

Antes de que se celebrase el sorteo, el alcalde, Martiño Noriega, expresó su deseo de que la Supercopa sea una gran fiesta y sirva como homenaje «a un deporte muy valorado en una ciudad que respira baloncesto desde hace décadas, y a un club humilde y serio que ha sabido fidelizar a su afición».