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El Obradoiro se descosió ante el Murcia

ANDAR MIUDIÑO

ACB PHOTO Emilio Cobos

Flojeó en ataque, dio muchas facilidades en defensa y encajó una derrota inapelable

04 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Monbus Obradoiro tenía atenuantes, empezando por el hecho de que era el segundo partido de pretemporada en apenas veinticuatro horas, después de debutar con prórroga. Hlinason tampoco pudo jugar esta vez. Tampoco Spires, que sufrió un leve esguince de tobillo ante el Fuenlabrada y no participó. Se les sumó Pepe Pozas, que se llevó un fuerte golpe en la nariz contra un banco, cuando trataba de recuperar un balón que había salido por la línea de fondo. Y enfrente se topó con un Murcia con veteranía y oficio que se empleó a fondo en los dos lados de la cancha, sin levantar el pie del acelerador en ningún momento.

El resultado final, 75-104, incluso se queda largo para la diferencia que hubo entre ambos contendientes. Sin los atenuantes, hubiese sido un choque sonrojante porque el Obra se descosió, estuvo poco fino en ataque y muy blando atrás, irreconocible.

En el equipo pimentonero anotaron todos y de todos los colores. Como ante el Fuenlabrada, el conjunto santiagués sufrió en las acciones de uno contra uno, vio como los rivales llegaban con demasiada facilidad hasta la cocina y cedió en la batalla del rebote.

Apuesta por el triple

Lo que está claro es que el triple tendrá una importancia capital en el nuevo proyecto. En esta ocasión, el colectivo de Moncho Fernández hizo más tiros desde detrás de la línea de 6,75 que desde delante (36 contra 20) y también firmó más canastas en la larga distancia (14 frente a 10).

Sin tener un gran día en los primeros tres cuartos, encontró la inspiración en el último. Tres misiles en apenas un minuto fabricaron un parcial 9-0 en un visto y no visto. Y al abrigo del acierto exterior, consiguió llevarse el único de los cuatro actos, 32-23, y maquillar un marcador que era doloroso, por la diferencia y porque, inusualmente, el equipo no mostró ese gen rebelde que lo dota de identidad.

De lo mejor del partido fue el expediente del alemán Andreas Obst, el que rindió a un nivel más alto y más uniforme a lo largo de todo el encuentro. Y otro aspecto positivo es que de este tipo de encuentros es de los que más se aprende.

El siguiente ensayo llegará ya este viernes, en el torneo Encestarías de Vilagarcía, ante el Alba Berlín de Aíto García Reneses.

Obradoiro 75: Sàbat (5), Stephens (13), Obst (17), Llovet (7) y De Zeeuw (14) -cinco inicial-. Simons (3), Brodziansky (6), Navarro (2), Pozas y Vasileiadis (8).

Murcia 104: Kloof (5), Todorovic (14), Doyle (8), Soko (9) y Delía (13) -cinco inicial-. Rudez (10), Llorente (3), Oleson (13), Cate (10), Tumba (2), Rojas (7) y Booker (10).

Parciales en cada cuarto: 14-29, 17-26, 12-26 y 32-23.

Árbitros: García González, Yasmina Alcaraz y Carlos Merino.

Incidencia: Multiusos de Guadalajara.