Disputó la Liga de Verano de Las Vegas con Orlando
20 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Moncho Fernández ya tiene la pieza que le faltaba para completar el equipo de cara a la temporada cuyo inicio está a un mes vista. El Obradoiro confirmó la contratación de Kendall Stephens, un alero que completó su etapa universitaria en la Universidad de Nevada (hizo los tres primeros cursos en Purdue) y que destaca como un especialista en la larga distancia. El tiro de tres es su principal cualidad. La pasada campaña promedió 13 puntos (48,1 % en tiros de dos, 42,4 % en triples y 93,8 % desde la línea de personal) y dos rebotes en casi 28 minutos. Participó en 34 partidos.
El Alquimista de Pontepedriña siempre se ha caracterizado por ajustar su modelo de baloncesto a las características de sus jugadores. Y ahora está ante un nuevo reto. No habrá un Pavel Pumprla o un Bendzius que llegaron como referentes defensivos en el perímetro. Por contra, cualquiera de los elegidos para las demarcaciones de dos y de tres será una notable amenaza en el triple. Las tres incorporaciones se significan por su buena mano en la larga distancia: Kostas Vasileiadis, Andreas Obst y Kendall Stephens. Lo mismo que Ben Simons y Martins Laksa. David Navarro no se prodiga tanto, pero también lanza desde detrás de la línea de 6,75 metros.
Con trece jugadores a sus órdenes, Moncho Fernández deberá hacer un descarte cada jornada. En principio, Martins Laksa es el que parte con menos opciones de disfrutar de minutos. De hecho, tiene la puerta abierta para tratar de encontrar otro equipo. Pero la decisión es suya.
A Kendall Stephens lo vieron Moncho Fernández y José Luis Mateo en la Liga de Verano de Las Vegas. La disputó en las filas de Orlando.
Ya le tenían la matrícula cogida, después de ver sus partidos en la competición universitaria. Y finalmente ha sido el elegido. En opinión del director general del club, el rendimiento que dé va a depender en buena medida de su capacidad de adaptación: «Completamos el plantel con un especialista en el tiro, que viene a reforzar el perímetro y puede formar pareja con los jugadores que ya tenemos. Su impacto en el equipo dependerá de su capacidad de sumar en otras facetas y, sobre todo, de su adaptación a todo lo que va a ser nuevo para él, como la vida en Europa, nuestro estilo de juego, las normas defensivas… En definitiva, todo lo que conlleva el baloncesto profesional».