Hlinason y Obst escapan de las sombras de Pustovyi y Thomas

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

PACO RODRÍGUEZ

Evitan las comparaciones y se centran en buscar su mejor nivel en Sar

17 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Artem Pustovyi y Matt Thomas fueron el pasado curso los dos jugadores más valorado y con un mayor peso en las estadísticas del Monbus Obradoiro, hasta tal punto que uno ha recalado en el Barcelona y otro en el Valencia. En el nuevo proyecto, el techo del equipo y uno de los escoltas serán los dos más jóvenes de la plantilla, Tryggvi Hlinason (20 años) y Andreas Obst (22).

Los jugadores no se clonan. No hay réplicas exactas. Y eso es algo que asumen tanto el islandés como el alemán, conscientes de que sus predecesores en ambas demarcaciones dejaron huella. En sus primeros mensajes, en el inicio de pretemporada, proclaman su deseo de progresar y ofrecer su mejor imagen, sin entrar en comparaciones.

Tampoco sería justo. Al fin y al cabo, Pustovyi estuvo tres años en Sar. Y en el primero pasó bastante inadvertido. Hlinason es un jugador más hecho que el ucraniano cuando aterrizó en Sar. Ya conoce la categoría e incluso ha disfrutado de minutos en la Euroliga. Pero tiene mucho trabajo por delante y un gran margen de mejora por explorar, sobre todo habida cuenta su incorporación tardía al baloncesto.

Todos ellos son factores que no pasa por alto el pívot islandés: «Pustovyi tiene más experiencia, es mayor que yo. Intentaré cubrir su baja lo mejor posible y confío en que se pueda ver al jugador que creo que puedo llegar a ser. Para mí es una gran oportunidad».

Con Matt Thomas, el Obradoiro fichó hace un año un tirador que ya en pretemporada empezó a mostrar credenciales de jugador muy fiable en el perímetro para afrontar su primer año como profesional.

Andreas Obst ya sabe lo que es jugar la liga alemana, una competición que ha crecido exponencialmente en las últimas temporadas. Preguntado respecto a si cree que la comparación con Matt Thomas puede suponer una presión añadida, comenta: «No lo sé. No pienso en eso. Sé que hizo una gran temporada en el Obradoiro. Estoy centrado en los entrenamientos, en tratar de hacerlo lo mejor posible cada día y dar lo mejor de mí».

Se define, fundamentalmente, como «un tirador». «Me gusta mucho generar tiros rápidos y correr para buscarme los espacios -añade-. También me gusta jugar para el equipo, generar para los compañeros».

Trampolín

Obst llegó con muy buenas referencias de su compatriota Maxi Kleber: «En la selección siempre le escuchaba decir cosas buenas sobre el club, los entrenadores y la ciudad. Comentaba, sobre todo, que el Obradoiro es un equipo muy bueno para mejorar y crecer. Muchos jugadores han acabado por dar el salto a grandes de Europa o a la NBA. Es un gran aliciente».