El Obradoiro cae con honor en Tenerife

ANDAR MIUDIÑO

Juan García Cruz LOF

Pese a las bajas de Thomas y Bendzius plantó cara hasta el último minuto

22 may 2018 . Actualizado a las 21:11 h.

Bendzius viajó, pero no jugó. Matt Thomas fue baja de última hora, por una gastroenteritis. Y el Monbus Obradoiro se agarró al partido todo lo que pudo, jugó a tirones en ataque, trabajó mucho en defensa e hizo sufrir al Tenerife, pero acabó claudicando: 73-69. A Pustovyi y Simons les faltaron aliados.

A pesar de las ausencias, salió con una lucidez ofensiva y una actividad en la retaguardia que le permitieron abrir brecha en un visto y no visto. Un triple de Sabat, ocho puntos consecutivos de Simons, un dos más uno de Pustovyi y un Tenerife errático en ataque y en la circulación de balón, con dos pérdidas en apenas cuatro minutos, propiciaron un parcial 4-18.

Pero Fotis Katsikaris no tardó en encontrar la tecla con las rotaciones. Vasileiadis aportó oxígeno con sus triples, Fran Vázquez elevó el nivel defensivo y el Obradoiro que empezó lanzado se fue atascando. El primer cuarto acabó con un ajustado 18-20. El alero griego y Corbacho se emparejaron. Y salió ganador en el duelo el heleno, más por méritos propios que por deméritos del balear, a quien le faltó puntería. Se fajó sin fortuna.

El segundo capítulo del partidos es uno de esos extraños episodios que de vez en cuando firma el colectivo de Moncho Fernández. Empezó con cinco puntos en sus dos primeras posesiones. Y añadió otros dos en la última, fruto de una entrada a canasta de David Navarro. En medio no le salió nada. A Corbacho no le entraron los triples, Radovic estuvo más peleado con el aro que nunca y cada ataque era un padecimiento. El Tenerife no estuvo mucho más fino, pero se fue haciendo con el control de la contienda para irse al descanso con dos puntos de renta: 29-27.

El Obradoiro anotó más del doble de puntos en los primeros cinco minutos que en los quince siguientes. En defensa siguió el camino inverso. Y tuvieron mucho que ver las pérdidas de balón en un tramo y en otro, al igual que la presencia y ausencia de Pustovyi, que tuvo que irse al banquillo poco después del ecuador del primer cuarto con dos faltas personales.

Tras el intermedio Moncho Fernández recuperó el cinco que inició el partido y el equipo volvió a coger vuelo, pero con una diferencia. El Tenerife no se atascó.

En tres minutos el Obradoiro anotó doce puntos. Después se pasó más de cuatro sin ver aro y en ese tramo casi se le escapa el partido porque esta vez los isleños no dejaron de producir. Entre San Miguel, agresivo en acciones de uno contra en el emparejamiento con Sabat, y Ponitka, que encontró la inspiración, fabricaron un parcial 10-0.

El conjunto santiagués no se deprimió y se reenganchó con tres triples para llegar al último cuarto tres abajo.

Ese último acto fue un continuo remar contra corriente, con una fe infinita, con muchos cambios defensivos que pusieron en aprietos defensivos al Tenerife. Pero faltó acierto en momentos puntuales y la victoria se quedó en la isla.

Tenerife 73:  San Miguel (7), Akognon (5), Ponitka (23), Abromaitis (5) y Tobey (5) -cinco inicia-. Vasileiadis (18), Niang, Ferrán Bassas (3), Odiase, Fran Vázquez (2) y Beirán (5).

Obradoiro 69: Sabat (9), David Navarro (6), Simons (24), Llovet (2) y Pustovyi (16) -cinco inicial-. Pozas (3), Laksa, Corbacho (3), Radovic (4) y Spires.

Árbitros: Martín Bertrán, Jordi Aliaga y Javier Torres. Eliminado por cinco faltas personales Llovet.

Incidencias: Insular Santiago Martín. Penúltima jornada de la Liga Endesa, con algo más de cinco millares de espectadores en las gradas.