El Obradoiro dobló su media de balones perdidos en Las Palmas

ANDAR MIUDIÑO

LOF

En el tercer cuarto, en el que administró su posesiones sin apenas cometer errores, llegó a empatar el partido

13 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Viajar sobre aviso no le bastó al Monbus Obradoiro. Moncho Fernández siempre hace hincapié en la conveniencia de minimizar las pérdidas de balón. Y lo advirtió con doble motivo antes de visitar al Herbalife Gran Canaria, porque es el rival que más provecho saca de esa tesitura. A pesar de que el guion estaba claro, a la hora de ponerlo en práctica no salieron las cosas. Antes al contrario, el equipo firmó su peor estadística de la temporada en este apartado, con veinticuatro acciones en las que entregó la posesión al adversario. Es el doble de la media de esta campaña, hasta la fecha.

El devenir de la contienda demuestra que el planteamiento era el acertado. En la primera mitad el equipo acabó ya con trece pérdidas y se fue al descanso con una desventaja de catorce puntos, después de un triple de David Navarro desde campo propio, casi sobre la bocina.

En el tercer cuarto el Obradoiro disfrutó de sus mejores minutos. Le bastaron siete para igualar una contienda que estaba muy cuesta arriba. Del 48-34 se pasó a un empate a 53. En los tres minutos siguientes, hasta finalizar el cuarto, contestó el Gran Canaria con un parcial 12-6 liderado por Oliver.

En el último cuarto el colectivo de Moncho Fernández volvió a las andadas. Perdió nueve balones y acabó encajando un parcial 17-5.

El otro partido en el que el Obradoiro estuvo especialmente flojo a la hora de administrar sus posesiones fue el del Barcelona, con 20 pérdidas. Encajó la peor derrota del curso, 102-58.

En todo caso, el control no es sinónimo de éxito. De hecho, ante el Gipuzkoa Basket, el equipo solo perdió cinco balones y terminó perdiendo, en aquella ocasión víctima de un paupérrimo porcentaje de acierto en el tiro de dos. Frente al Real Madrid perdió ocho balones y anotó 93 puntos, pero se encontró con un rival casi infalible que se fue hasta los 102. En Murcia, en cambio, en la primera vuelta, el Obra consiguió el triunfo a pesar de acabar con diecisiete pérdidas de balón.

El partido ante el Herbalife ya es historia y el sábado espera un nuevo desplazamientos, esta vez a Badalona para visitar a un Joventut acuciado por las urgencias. Es colista con solo cuatro victorias.

En paralelo, la Penya lucha por su supervivencia económica en los despachos. Está pendiente de una junta general de accionistas que pondrá sobre la mesa la posibilidad de disolver la entidad verdinegra si no se desbloquea la grave situación financiera en la que está inmersa por falta de liquidez.