«El baloncesto de Moncho no solo son sistemas y juego de ponte aquí»

ANDAR MIUDIÑO

Nick Spires habla de sus primeros días en el Obradoiro Sandra Alonso

El internacional sueco jugó sus primeros minutos en Sevilla y el domingo será su estreno en Sar

14 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Nick Spires se defiende con el español sin ningún problema. La aprendió en los cuatro años que estuvo en la cantera del Barça, mas uno de cesión en Fuenlabrada. Y no lo perdió tras el regreso a su país de origen. El Obradoiro le volvió a abrir las puertas de la ACB y no dudó en dar el paso.

-¿Qué sabía usted el Obradoiro cuando estaba en la cantera del Barça, en su etapa júnior?

-Conoces todos los equipos de la ACB. Pero antes de venir tuve que buscar un poco más acerca de cómo es el Obradoiro, cómo es el club. Contacté con mucha gente, y solo hablaban bien.

-¿Qué encontró en esa búsqueda que le llamase la atención?

-Que es un club muy humilde. Y mucho sobre Moncho, que es un entrenador muy exigente, pero al que también le importa que los jugadores estén bien, se sientan bien y estén cómodos. Tiene mucha confianza en los jugadores. Es muy sincero con lo que quiere y lo que busca en el juego.

-De hecho, lo primero que le dijo es que iba a cambiar su rol, de ser un referente a venir a ganarse los minutos.

-Lo dijo desde el principio. Lo que valoro mucho de un entrenador es que siempre sea sincero. Él ha sido sincero desde la primera vez que hablamos. Viniendo aquí sabía que iba a cambiar mi rol. Pero tiene muchas cosas positivas. Obviamente, era un objetivo mío desde pequeño poder jugar en la ACB, una de las mejores ligas de Europa. No podría tener mejor situación para entrar un equipo de ACB, mostrar lo que puedo hacer y ayudar al conjunto.

-Decía en la presentación que todo muy guay. Lleva ya unos días, ya ha debutado. ¿Sigue diciendo lo mismo?

-Sí. Para mí era una meta desde pequeño. Conseguirla es un sueño que se hace realidad. Sigue siendo guay. Voy día a día, aprendiendo las cosas en la pista y fuera de la pista, conociendo la gente. La verdad, me siento muy bien acogido. Todos son muy amables.

-¿Es muy distinto lo que le pide Moncho Fernández respecto a lo que le pedían sus entrenadores en Suecia, tanto en su equipo como en la selección?

-Sí y no. Sabemos las cosas que hago bien en la pista y que tengo que seguir haciendo. En Suecia o aquí es lo mismo jugar el bloqueo directo, cortar, la ayuda en defensa, jugar encima del aro... Estas cosas sigo intentando hacerlas aquí. Es mi juego. Pero entrar en un nuevo equipo y un nuevo sistema necesita paciencia.

-Dicen que los sistemas de Moncho requieren un tiempo, que obligan a pensar en la pista.

-Sí. Con el baloncesto de Moncho hay que ser listo. Es una de las cosas que me encantan de este sistema, porque en cada momento hay tres posibilidades de hacer algo en ataque, y en defensa hay que pensar también. Tienes que ser listo para poder jugar en este sistema. Es una de las cosas que me gustan más. Es mucho de leer y tomar decisiones. No solo son sistemas y juegos de ponte aquí, bloquear aquí. Es más de leer.

-Aunque lleva aquí poco tiempo, ¿va todo según lo que esperaba?

-Mejor. Sobre todo con la gente que está aquí, que te hacen sentir muy cómodo. Esto es muy importante para mí, me anima aún más a poner el foco en ayudar al equipo en todo lo que pueda, me facilita entrar en el grupo. Ha sido mucho más fácil por todo lo que hay alrededor, porque aquí siempre hay gente que quiere ayudar con las cosas normales, como el piso, o si tengo cualquier duda. Es muy de agradecer. Te hacen sentir muy cómodo en el sitio donde estás.

«Randolph es un espejo por la manera de jugar»

 

 

Con el Barça jugó en el equipo júnior y en el filial, en la LEB. La cesión al Fuenlabrada no resultó como esperaba. Pero fue una etapa que le reportó un amplio conocimiento del baloncesto español. Cerró aquel tramo con el deseo de volver y ahora quiere aprovechar la segunda oportunidad, siendo un jugador más curtido que el que llegó a la ciudad condal con solo 16 años.

-Para alguien que ha estado cuatro años en el Barça, no hace falta explicar qué es el Real Madrid.

-Ya. Es un equipo muy exigente, cada jugador es de un nivel altísimo. Sigo diciendo la palabra guay al pensar en partidos como el que viene ante el Real Madrid. Para mí es una oportunidad de poder jugar contra los mejores del mundo.

-¿Hay algún jugador del equipo de Pablo Laso que destacaría especialmente?

-Doncic, no hay nadie como él. Pero hay también un jugador que me gusta mucho, Randolph. Jugó muy bien en el Europeo. Tiene cualidades que me gustan.

-¿Es un espejo para usted, un modelo al que parecerse?

-Sí, un poco sí que es un espejo para mí, por la manera de jugar y sus cualidades.

-Le tocará debutar en Sar en día grande.

-Sí. Estoy centrado en las cosas que tengo que hacer y aprender para ayudar al equipo. Si viene un momento en el que puedo debutar, lo haré al cien por cien.

-Contra el Madrid habrá que jugar mucho mejor que en el segundo cuarto de Sevilla frente al Betis.

-Ya hemos hablando sobre esto, para arreglarlo. No podemos dejar que pase otra vez lo mismo, y menos contra un equipo como el Real Madrid. Estamos trabajando para corregir lo que hicimos mal ante el Betis. Vamos a estar preparados.