El Obradoiro tramitó la victoria ante el Burgos en el primer cuarto

ANDAR MIUDIÑO

Arrolló de salida y mantuvo las diferencias por encima de los veinte puntos

24 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Objetivo cumplido. El calendario deparó al Obradoiro las visitas de tres rivales directos (Zaragoza, Joventut y Burgos) en el inicio de curso y ha saldado las tres contiendas con victorias. La última, la más cómoda: 94-69. En el primer cuarto, el colectivo de Moncho Fernández repitió el guion de quince días antes frente al Joventut, pero con una versión incluso mejorada, con una defensa casi inexpugnable y un ataque fluido. Y esta vez no dejó que el adversario se acercase.

Pustovyi se hizo dueño de la pintura, sobre todo en defensa, con una exhibición de intimidación. Pozas llevó la batuta con destreza, imprimiendo el ritmo que más le convenía al equipo en cada momento. Thomas estuvo a lo suyo, percutiendo sin descuidar la zaga. Y la opción de salir de principio con dos treses y medio, Bendzius y Simons, le salió bien al Alquimista de Pontepedriña. Los dos rayaron a un buen nivel.

El Burgos no era capaz de frenar las acometidas locales, bien desde el perímetro, bien en las entradas a canasta, algo menos con los balones interiores. Y delante solo consiguió anotar una canasta doble, un triple y un tiro libre. Fruto de todo ello fue un parcial 29-6, reflejo fiel de lo acontecido hasta ese momento.

El segundo acto empezó con Sabat, Corbacho, Laksa, Llovet y Pustovyi, cambiado en cuestión de segundos por Radovic. Hasta el descanso, la contienda se mantuvo en una dinámica de intercambio de canastas, con pequeños parciales para uno y otro lado, y con un costa a costa de Radovic para ver repetido una y unas cuantas veces.

El descanso no le sentó bien al Obradoiro, que empezó flojo en el rebote y que en apenas dos minutos y medio ya había cubierto el cupo de cuatro personales. Poco después, un parcial 0-7, coronado con un triple de Fisher, obligó a Moncho Fernández a mover pieza. Entraron Sabat y Llovet y se restauró el orden. El equipo subió un par de cuerdas el rendimiento en defensa y volvió a mandar por encima de los veinte puntos. Al cerrar el tercer cuarto, el partido estaba virtualmente decantando: 72-48.

En cualquier caso, el Obradoiro no se dejó ir ni se recreó. Las temporadas son muy largas y los basketaverages pueden entrar en escena, por lo que siempre es conveniente pisar el acelerador. Quizás le faltó algo de tensión en las últimas posesiones. Enfrente tuvo un rival que no consiguió entrar en el partido en ningún momento y que se vio superado en todas las facetas del juego.

Ficha técnica: 

Obradoiro 94: Pozas (2), Thomas (20), Bendzius (8), Simons (7) y Pustovyi (12) -cinco inicial-. Sabat (13), Llovet (2), Radovic (16), Navarro (9), Corbacho y Laksa (5).

Burgos 69: Fisher (7), Gaulius (8), Álex López (11), Vega (13) y Thompson (16) -cinco inicial-. Schreiner (2), Sedekerkis, Barrera (1), Sebas Saiz, Edu Martínez (9) y Huskic (2).

Marcador cada cinco minutos: 11-5, 29-6, 39-16, 52-30, 57-41, 72-48, 88-57 y 94-69.

Árbitros: García González, Calatrava y Sánchez Mohedas. Eliminado por personales Laksa, min 37.

Incidencias: Multiusos de Sar. Quinta jornada de Liga. Según la estadística oficial, 4.925 espectadores.