Grateful Llach (o Lluis dead)

Miguel Gómez

ANDAR MIUDIÑO

16 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es tiempo de sospechas más que tiempo de certezas, pero el Barcelona parece haber acertado con la plantilla esta temporada. Es verdad que manejan un presupuesto que equivale a quince veces el PIB del Obradoiro, pero también lo tenían la temporada pasada y el resultado fue veinticinco millones partidos por cero: ERROR. Este año tiene puntos en todas las posiciones y, especialmente, mucho físico para ganar desde la defensa.

Cantaba Lluis Llach a la soledad del entrenador de baloncesto: «Gira la roda del temps per la força del vent de les ànimes soles». Que se lo pregunten a Bartzokas o a Prigioni, pequeños (o no tan pequeños) detalles que te ponen zancandillas y generan dudas. Cantaban los Dead a las flores de los entrenadores: «I don’t know, it must have been the roses». Que se lo pregunten a Sito Alonso. Porque esos detalles que decantaron los partidos contra Baskonia y Joventut ayudaron a que el Barça adquiriese este nivel de confianza.

Si había alguna opción de asustar en el Palau, pasaba por obligar al Barcelona a atacar en estático. «Si terminamos con canasta todos los ataques, no les dejaremos correr» -que diría Johan Cruyff. Solo en el primer cuarto nos acercamos al objetivo. Luego nos corrieron tras robo, nos corrieron tras rebote y nos corrieron a gorrazos.