El Obra consiguió corregir pequeños errores cometidos en el partido del miércoles en Valencia para llevarse la victoria. Este equipo ya no necesita disponer de más posesiones que el rival, como sucedía el año pasado, pero sí que necesita que esas posesiones acaben en tiro a canasta para aprovechar todo su potencial. Ayer logró 53 lanzamientos en 61 posesiones. La diferencia es que en esta temporada la capacidad de anotación ya no está tan polarizada y el equipo es capaz de sacar más rendimiento a cada tiro, de hecho el acumulado en estos tres primeros partidos es de 1,21 puntos por tiro cuando el año pasado apenas se superó el punto por tiro, y además la anotación está mucho más repartida. Otro aspecto a corregir era la cantidad de tiros libres recibidos, conseguir que las faltas fuera de bonus no se tradujeran en lanzamientos desde el 4.60 para el rival, como sucedió en Valencia y, por último, aumentar el porcentaje de rebote capturado, quizá el capítulo más complicado puesto que los verdinegros venían de capturar más de la mitad de los rebotes disponibles frente al Barcelona y con una línea exterior especialmente peligrosa en este aspecto. El Obra fue capaz de controlar estos tres detalles, sacó doce rebotes de ventaja, concedió 18 tiros libres en 22 faltas cometidas y mantuvo el porcentaje de acierto necesario para llevarse la segunda victoria del año.