Tecnología alemana en el Obra

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

Álvaro Ballesteros

«¿De verdad podemos traer a este tío?», dijo Moncho Fernández en su día

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el Obradoiro Rio Natura Monbus fichó a Maxi Kleber quizás no esperase que algún día el pívot alemán pudiera firmar un expediente con 36 puntos y 45 de valoración, pero sí sabía que acaba de firmar a un jugador de potencial infinito. De hecho, el día que el director general del club, José Luis Mateo, le puso el nombre sobre la mesa a Moncho Fernández, el entrenador comentó: «¿De verdad podemos traer a este tío?. Y la respuesta fue: «Normalmente no, pero hay una pequeña posibilidad». Ambos conocían que el precio de mercado no entraba en el radar económico de la entidad. Nada nuevo para un club modesto que más de una vez ha tenido que desistir de fichar por las limitaciones de talonario. Pero el dirigente olfateaba que el aspecto monetario podía no ser determinante.

Mateo explica que el modus operando del fichaje no fue distinto a otros: «Continuamente vemos vídeos. Kleber militaba en un equipo alemán que luchaba por no bajar, y estábamos al tanto de que acababa contrato. Recabamos informes sobre la calidad humana del jugador y le pasamos el nombre al cuadro técnico».

Ganas de mejorar

Moncho Fernández no necesitó ver muchos vídeos de un pívot del que ya tenía referencias. Y a partir de ahí comenzó un proceso laborioso hasta que firmó.

«Fue una labor de club -apunta el director general- e influyeron muchas cosas. Tuvo varias charlas con Moncho; vino a Santiago; Tomas, nuestro fisio, que es alemán, fue su anfitrión; pudo ver las instalaciones y los servicios médicos». No había tenido suerte con las lesiones, y ese era para él un frente importante. Y acabó dando el sí por dos temporadas.

El Alquimista de Pontepedriña destaca de Kleber «su capacidad de trabajo y su deseo de mejorar». Tan es así que, durante las negociaciones, «quería saber cuánto se entrenaba, cuál era el plan de trabajo... El dinero no era su prioridad». De lo contrario, tenía la oportunidad de recalar en otro destino. «Su prioridad desde el primer momento -subraya- fue progresar como jugador». Y a eso se aplica día a día.

Basta escuchar las impresiones del propio Maxi Kleber después de su exhibición en Fuenlabrada para constatarlo. Como una jornada más en la oficina: «Fue un gran día, especialmente porque ganamos. Afronto cada partido con la misma mentalidad. Siempre hay alguien en el equipo que puede destacar en la anotación, y esta vez me tocó a mí. Lo importante es que hagamos nuestro partido, y todo lo demás llega por sí mismo».

En eso se centra Maxi Kleber, sin darle vueltas a su futuro. Firmó por dos años, pero los mejores clubes alemanes ya lo han puesto en el punto de mira. Y más de un ojeador de la NBA se ha acercado este curso a Sar.

José Luis Mateo tampoco es partidario de hacer cábalas respecto a la posibilidad de que el pívot alemán decida que su progresión debe seguir en otro destino: «Llevo oyendo desde la pretemporada que no va a seguir con nosotros. Como sucedió con Salah Mejri, con Muscala o con Hummel, lo que cuenta es disfrutar de estos jugadores. Tiene contrato en vigor y, si se fuese, sería porque habríamos hecho un buen trabajo. Lo importante es que está con nosotros».