El Obradoiro se despide con honores ante el Real Madrid  

ANDAR MIUDIÑO

Oscar Corral

El equipo santiagués tuteó al Madrid hasta el descanso, pero no pudo frenar la escapada en el tercer cuarto y cayó eliminado en play offs

23 dic 2013 . Actualizado a las 00:33 h.

El Obradoiro despidió la mejor temporada de su historia con honores, a pesar de la derrota ante el Real Madrid. Aguantó el tipo hasta el descanso, pero enfrente tuvo un rival que nunca bajó la guardia y que, por si fuera poco, encontró en Carroll un desatascador. El resultado no impidió que la afición tributase un cariñoso homenaje al equipo a la conclusión del encuentro.

La primera parte fue más del gusto del Obradoiro que del Real Madrid, más trabada, con momentos realmente brillantes pero con dominio de las defensas sobre los ataques. En los dos lados. A todos les costaba encontrar el aro, salvo a Carroll, que anotó doce puntos del tirón en el segundo cuarto enhebrando canastas como si la aguja del aro fuese más grande para él.

Esa fue la via de agua para la que no encontró antídoto el colectivo de Moncho Fernández. Pero resulta difícil ponerle puertas al talento y la inspiración. El americano se fabricó sus puntos sin despeinarse. Enfrente, los locales apelaban al baloncesto de equipo, al corazón, a los contragolpes a poco que se les presentaba la ocasión y, por momentos, también a otro especialista de la larga distancia, Corbacho.

Por lo demás, los dos planteles trabajaron a destajo en la contención, con muchas ayudas, apurando la frontera de lo permisible, con un arbitraje desigual para los dos lados. En un duelo con mucho que pitar, repartían errores y aciertos. El Obra empezó encomendándose a Mejri en la pintura. Suyos fueron los seis primeros puntos, y parecía el único capaz de anotar. Pero poco a poco fueron sumándose compañeros.

El primer acto se cerró con un 10-16 inquietante y, al propio tiempo, invitando al optimismo, porque el Real Madrid no estaba cómodo y el marcador tiraba hacia abajo.

En el segundo cuarto arrancó el conjunto del Alquimista con un parcial 6-0, al que contestó Carroll con otro igual y el Obra de nuevo con un 6-0, mitad de Kendall y mitad de Corbacho. Hasta el descanso hubo un sufrido intercambio de canastas: 33-34. El partido se rompió en el tercer cuarto a favor del Real Madrid en un visto y no visto. Un par de pérdidas de balón costaron un par de triples, uno de Rudy Fernández y el otro de Llull. Del 38-40 se pasó al 38-46, en menos de un minuto. Es lo que tiene jugar contra un rival con tantos recursos. Uno puede estar remando durante más de veinte minutos para mantener la igualdad y en menos de sesenta segundos hay una escapada incontrolable.

A partir de ese momento el conjunto merengue mantuvo su dureza defensiva, Llull martilleó con sus triples y a la conclusión del tercer cuarto la diferencia estaba en 45-56. En el último acto hubo un arreón de salida del Obradoiro. Pero volvió Carroll a la pista, anotó un par de canastas imposibles y cercenó cualquier resquicio para la sorpresa. Aun así, el público despidió a sus jugadores con el Miudiño. Y no se fue de la cancha, porque volvieron a salir para una despedida uno a uno.

Obradoiro: Rodríguez (5), Pumprla (4), Dewar (3), Kendall (9) y Mejri (8) --cinco inicial; Corbacho (11), Luz (2), Hummel (10), Stobart (-) y Junyent (6).

Real Madrid: Llull (16), Rudy Fernández (7), Suárez (2), Mirotic (4) y Begic (8) -cinco inicial--; Rodríguez (4), Draper (-), Carroll (25), Darden (-), Slaughter (-), Reyes (8) y Hettsheimeir (-).

Árbitros: García G., Jiménez y Castillo. Sin eliminados.