Tres de los cuatro muertos en el siniestro de Xove no llevaban puesto el cinturón

Redacción XOVE / LA VOZ

XOVE

Los equipos de emergencias relatan los duros momentos al sacar los cuerpos del coche en el viajaban seis jóvenes de entre 17 y 19 años: «Sus móviles no paraban de sonar»

02 abr 2023 . Actualizado a las 14:56 h.

Cuatro jóvenes de 17 y 18 años perdieron la vida ayer en un accidente de tráfico ocurrido a primera hora de la mañana en la carretera que une Xove con A Rigueira. Otros dos, de 19 años, resultaron heridos de gravedad. En el vehículo, un Citroën C4 de color granate y con capacidad legal para cinco personas, viajaban en total seis ocupantes. Todos ellos eran vecinos de Ribadeo.

Lara Pérez Valeiro, de 17 años, y Uxía García Pérez, Sergio Villar Díaz y Jesús Navia Pérez, de 18 años, fallecieron ayer cuando regresaban de ver a la orquesta Panorama en la presentación de su gira que celebró en Xove, a unos cincuenta kilómetros de Ribadeo, como todos los chavales de la comarca mariñana. El conductor del vehículo, D. C. R., de 19 años, resultó herido de gravedad y fue evacuado al Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo (HULA), donde permanece ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Su estado es grave.

A bordo del turismo viajaba un sexto ocupante, de 19 años y natural también de Ribadeo, que sufrió heridas y fue trasladado al Hospital Público da Mariña, en Burela. Distintas fuentes confirmaron que, en un primer momento, el joven logró abandonar el turismo por su propio pie, pero que, muy confuso y desorientado, se ausentó durante algún tiempo del lugar del siniestro, al que más tarde regresó.

El accidente tuvo lugar a la altura del punto kilométrico 1,100 de la carretera LU-P-2604, a poco más de un kilómetro del centro urbano de Xove, pero ya en la parroquia de A Rigueira y en las inmediaciones de la urbanización de Palmeiro. Por causas que la Guardia Civil de Tráfico está investigando, tal y como explicó el teniente jefe accidental del Subsector de Tráfico de Lugo, José Manuel López Santiso, el turismo se salió de la vía por el margen izquierdo, «volando» sobre una carretera que queda justo debajo y un terraplén, colisionó con un poste de la luz y tras dar una o varias vueltas de campana acabó en posición «normal, pero inestable», en una finca particular cercana a una vivienda. En el asfalto no había restos de que el vehículo hubiese frenado, aunque sí diversos trozos de cristales y de carrocería.

Las mismas fuentes confirmaron que tres de los cuatro fallecidos no llevaban puesto el cinturón de seguridad cuando se produjo el siniestro automovilístico. Sí circulaban con él puesto el conductor, que resultó herido de gravedad; el copiloto, que fue uno de los ocupantes que falleció en el acto, y el ocupante que permanece ingresado en el Hospital Público da Mariña con pronóstico reservado.

Como es habitual, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico han asumido la investigación del accidente. Ayer barajaban diferentes hipótesis, desde un exceso de velocidad a una distracción, pasando por un fallo mecánico.

Un particular dio el aviso

Del accidente se tuvo conocimiento en torno a las nueve y cuarto de la mañana, cuando un particular que pasaba por la zona vio el coche siniestrado y alertó a los servicios de emergencias de que había un turismo en el que había personas atrapadas en el interior y que podrían haber fallecido. Poco tiempo después llegaron agentes de la Guardia Civil, así como varias ambulancias de Urxencias Sanitarias del 061, los bomberos de Viveiro, el Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Cervo, Vixiantes de Seguridade de Xove y miembros de Protección Civil, además de diversas patrullas de la Guardia Civil de Tráfico.

Los bomberos de Viveiro y los GES de Cervo fueron los encargados de recuperar los cuerpos de los cuatro jóvenes fallecidos, así como de liberar al conductor del vehículo, al que los equipos sanitarios de emergencias permanecieron estabilizando durante un largo tiempo antes de que se procediese a su traslado en un vehículo medicalizado al Hospital Universitario Lucus Augusti.

«Los móviles no paraban de sonar, y todos sabíamos lo que había detrás...»

Curtido en decenas de accidentes e incidencias graves, el jefe del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Cervo, Mario Antuña, explica que vivió este sábado una jornada laboral complicada. «Más que por el trabajo, por la carga emocional», detalla. Tres efectivos del GES colaboraron en la retirada de los cuerpos de los cuatro jóvenes fallecidos en el accidente de Xove. «Para los equipos de emergencia hubo un momento muy duro a nivel emocional porque los móviles de los chavales no paraban de sonar, y sabíamos lo que había detrás de esas llamadas, de esos wasaps...», relata. «Muchos de los que estábamos allí somos padres y fue muy complicado», señala sobre unos instantes que se llenaron de miradas «cómplices y al suelo» de bomberos, agentes de Tráfico, miembros de Protección Civil, sanitarios... «Un accidente con tantos fallecidos y tan jóvenes recuerda a los que hubo en los años noventa, en la época de la movida de Burela. Por la dureza y el perfil de los heridos fue un accidente similar», abundó.

«Non teño palabras, máis que de tristeza e de pena. Penso nas familias»

«Cáeme a alma ós pés pensando que hai nada estaban aquí, rindo felices porque ían ir de festa, e que agora xa non están de por vida». Esta reflexión del padre de un amigo de los fallecidos podría resumir el impacto del accidente ocurrido a primera hora de este sábado en Xove. Trágico, especialmente, por la juventud de los implicados, puesto que en él perdieron la vida cuatro chavales de Ribadeo y resultaron heridos de gravedad otros dos.

Siniestros como estos son un claro reflejo de la delgada línea que separa la vida de la muerte. Siempre. A cualquier edad. Dos de los chavales implicados en el accidente automovilístico, el conductor y el ocupante que abandonó por sus propios medios el turismo, estudiaban este curso un ciclo formativo en el IES Illa de Sarón de Xove y compartían un piso de alquiler en la urbanización de Palmeiro, un complejo residencial construido hace alrededor de cuatro décadas en la entrada de la parroquia de A Rigueira para dar cobijo a los trabajadores del complejo industrial de Alúmina-Aluminio (actual Alcoa).

El alcalde de Xove, Demetrio Salgueiro, que se personó en el lugar del accidente en cuanto tuvo conocimiento del trágico suceso, manifestó: «Non teño palabras, máis que de tristeza e de pena. Só se me veñen á cabeza as familias dos rapaces e das rapazas». Distintas fuentes indican que los amigos se habían desplazado a Xove para disfrutar de la orquesta Panorama, que el viernes de noche presentó su nueva gira con una gala solidaria la población mariñana. Los servicios funerarios trasladaron los cuerpos a las dependencias en Lugo del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) para la realización de la autopsia. El Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) 112 Galicia informó asimismo al Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias para prestar apoyo a los familiares de los fallecidos.

El Concello de Xove, donde tuvo lugar el accidente, puso en la tarde de este sábado las banderas a media asta en señal de duelo, y la corporación municipal de Burela también ha transmitido sus condolencias.