
El viveirense volverá a competir «con cierta seriedad» en MTB con el Extol Deza 15 años después de su experiencia profesional en el Xacobeo
14 dic 2023 . Actualizado a las 14:49 h.Casi dos años después de sufrir el ERE de la factoría de Vestas en Chavín, el ciclista y obrero que pedaleó 2.800 kilómetros hasta Dinamarca para visibilizar la lucha de un centenar de trabajadores ante los responsables de la multinacional se describe «feliz». Una oferta de Norvento, en Vilalba, ha permitido a Alejandro Paleo Mosquera (Viveiro, 1981) volver a trabajar en el sector eólico y, con su vida familiar asentada en Xove, volverá a competir «con cierta seriedad» quince años después de su experiencia profesional en el Xacobeo Galicia.
Para afrontar su nuevo desafío vestirá el maillot del Extol Deza y se subirá en una bicicleta de montaña. «El año pasado ya hice bastante BTT y competí en varias pruebas con la Peña Lar de Viveiro. Surgió la opción de tomarlo con un poco más de compromiso y responsabilidad, y me siento motivado. Mi prioridad es el trabajo y mi familia, pasar tiempo con mi hija, pero el ciclismo es mi pasión, a lo que dedico mi tiempo libre. Ya rodaba todos los días, en carretera o montaña, y ahora lo haré un poco más en serio», cuenta.
Enrolado en un club de referencia en el ciclismo de montaña gallego y nacional —«tienen una base muy sólida con buenos corredores en todas las categorías desde la base hasta máster», explica—, Paleo competirá en en la división máster-40 del autonómico: «No tengo ningún objetivo más allá de disfrutar de la competición y el equipo. Afrontaré el calendario gallego y quizás alguna prueba de la Copa de España».
Paleo ya participó en una concentración en el Xurés, en la frontera entre Galicia y Portugal, para ponerse a punto y cooperar con sus nuevos compañeros del Extol. «Llevaba muchos años sin hacer una pretemporada y las piernas me respondieron de maravilla cuando quise exigirme un poco más. Solo quiero salud, evitar caídas y seguir disfrutando de la bici como toda mi vida», dice el mariñano tras más de tres décadas dando pedales.
«Empecé con 9 años, en la división de principiantes con el Club Ciclista Viveiro, con 15 o 16 me fichó el Ponteareas y en juveniles fui a la selección española, pero con 18 pasé una etapa complicada y me aparté tres o cuatro temporadas», cuenta un hombre que regresó para enseñar su talento y capacidad de brega con actuaciones formidables como amateur en el Estradense y el Super Froiz. «Hice algunas campañas muy buenas y me llamó Álvaro Pino para incorporarme al Xacobeo Galicia», detalla sobre el sueño cumplido de ser profesional del ciclismo en ruta.
El pobre apoyo económico a un conjunto que dio la talla en carreras del UCI World Calendar —antiguo Pro Tour— hizo que su experiencia en la élite solo se prolongase durante los años 2008 y 2009: «El club desapareció a finales del 2010, pero la temporada anterior ya tuvieron que hacer muchísimos recortes por la situación económica y me echaron a mí y a media plantilla».
13 etapas y 2.800 kilómetros
Apartado del profesionalismo, Alejandro Paleo nunca dejó de pedalear, pero se buscó el pan en el sector eólico. Durante más de una década trabajó en la fábrica de Vestas en Viveiro, hasta que en el 2021 aplicó un ERE. Su viaje de 2.800 kilómetros en 13 jornadas de marcha ciclista hasta Aarhus, en Dinamarca, visibilizó una lucha obrera que no evitó que la multinacional parase de fabricar elementos para eólicos y haya pasado de 115 a apenas 60 trabajadores en su planta viveirense.
El ex del Xacobeo fue uno de los despedidos, pero pronto encontró nuevas opciones profesionales: «No gasté el paro, solo estuve tres o cuatro meses. No valgo para estar sin hacer nada. Me ofrecieron un trabajo de comercial en una empresa de A Coruña y ahí estuve siete meses hasta que me salió un puesto similar al que tenía en Vestas. Se lo expliqué a mi empresa y entendieron que quisiese cambiar, estoy muy contento de cómo me trataron. Ahora llevo diez meses con Norvento en Vilalba».
La hora de desplazamiento que afronta desde Xove en cada jornada laboral no le impide disfrutar de su familia y sacar tiempo para subirse a la bicicleta a diario. Su resurgir vital lo ha llevado a volver a buscar su máximo nivel en el ciclismo y, junto al Extol Deza, competirá en la especialidad de montaña a los 42 años.