Exvotos de cera, fotos de ofrecidos y velas llenan la gruta de Lourdes en Viveiro

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

PEPA LOSADA

El obispo presidirá el sábado la misa por los enfermos y la procesión de las antorchas

08 feb 2023 . Actualizado a las 13:00 h.

Decenas de velas, exvotos de cera, fotos de personas ofrecidas e incluso carnés de identidad llenan la gruta de Lourdes, un santuario situado en el corazón del centro histórico de Viveiro, junto al monasterio de las Concepcionistas y la iglesia de Santa María, y por el que decenas de fieles pasan a diario. Este sábado, 11 de febrero, celebrará su festividad. «Xunto co de Fátima, en Bravos (Ourol), a gruta de Lourdes é un dos santuarios marianos con devoción continua que hai na zona», explica el sacerdote Xosé Román Escourido Basanta, que destaca la devoción con la que, aún hoy, con una sociedad cada vez más laica e influida por las nuevas tecnologías, numerosas personas se acercan a rezar o a pedir intercesión por enfermos ante una imagen que replica la de Lourdes en Francia.

«Na misa dos enfermos darase o sacramento da unción de enfermos, que antes se daba no hospital ou na casa», Xosé Román Escourido Basanta, sacerdote viveirense

Uno de los actos centrales del sábado tendrá lugar por la tarde con la procesión de las antorchas que recorrerá e iluminará el casco por la noche. Durante la misma, procesionará la virgen de Lourdes primitiva, que fue donada por el ingeniero belga Eugene Van de Eyde, autor del puente de hierro que atraviesa la ría de O Barqueiro, y que preside el altar de la iglesia de las Concepcionistas. La procesión dará comienzo al término de la misa que presidirá el obispo a las 19.30 horas, y con la que culminará la novena iniciada el día 3. Por la mañana, a las 11.00 horas habrá una misa de los enfermos en la que se dará el sacramento de la unción de enfermos. «Era un sacramento que antes se chamaba extrema unción e que se daba no último momento da vida, nos hospitais e nas casas, pero agora poden recibilo todos enfermos na igrexa», detalla Román.

Sor Teresa, abadesa de las Concepcionistas de Viveiro
Sor Teresa, abadesa de las Concepcionistas de Viveiro PEPA LOSADA

Sor Teresa, abadesa del Convento de las Concepcionistas de Viveiro: «La abrimos a las 06.30 horas porque hay gente que enciende una vela antes de ir al trabajo»

De la custodia y mantenimiento, así como del cultivo de la huerta de la gruta de Lourdes, en Viveiro, se ocupan las nueve religiosas del Convento de las Madres Concepcionistas. Su abadesa, sor Teresa, subraya la significación del santuario. «Para nosotras, que somos marianas, es una alegría tener este santuario. Es como si estuviéramos alimentando y fortaleciendo nuestro carisma todos los días», subraya.

—A mucha gente que visita el centro de Viveiro le sorprende encontrar una gruta llena de velas, exvotos de cera, fotos de adultos o niños...

—La virgen de Lourdes tiene mucha tradición en Viveiro. Muchos viveirenses vienen a rezar o a encenderle una vela. Es una alegría verlo.

—¿En qué horarios se puede visitar la gruta?

—La abrimos temprano, a las seis y media de la mañana, porque hay personas que van para el trabajo y tienen la costumbre de pasar antes por ella y poner una vela. En cuanto a la hora de cierre, depende del tiempo, de si llueve o no, pero solemos cerrar en torno a las diez de la noche, aunque en verano se cierra más tarde.

—Siendo monjas de clausura, ¿de qué manera participarán en las celebraciones del sábado?

—Nosotras rezaremos y cantaremos a la salida y a la entrada en la iglesia de la imagen de la virgen de Lourdes durante la procesión. Y nos encargamos de preparar las antorchas con la colaboración de los cofrades de la Archicofradía de Lourdes, que fue creada en el año 1926 por decreto episcopal. En torno a este santuario hay muchas historias curiosas, como que la primera virgen fue donada por un señor belga, Van de Eyde, que era un gran católico.

La gruta fue inaugurada en 1924 y construida con rocas de Os Castelos, en Covas

Numerosos detalles curiosos rodean a la gruta de Lourdes, en Viveiro, que fue inaugurada el 18 de marzo del año 1924 y que es una réplica de la que existe en Francia, según recordó este martes la abadesa del Convento de las Concepcionistas, sor Teresa. Relata que la primera imagen de la virgen, que había sido donada por un ingeniero belga, tuvo que ser sustituida al poco tiempo porque no estaba preparada para estar a la intemperie. La original se guarda en la capilla del monasterio. Sor Teresa también explica que distintas crónicas hacen referencia a que las piedras con las que se construyó la cavidad, en la que decenas de fieles colocan exvotos, velas o fotografías, entre otros, proceden del monumento natural de Os Castelos, situado en la playa de Covas y que fue testigo del naufragio a comienzos del siglo XIX de la fragata Magdalena y el bergantín Palomo.