«Que cativos de 15 anos estean ás 4 da mañá na rúa cada sábado non é normal»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

Plácido y Camelia, vecinos del centro histórico, denuncian los perjuicios que les ocasionan el botellón y el vandalismo nocturno
Plácido y Camelia, vecinos del centro histórico, denuncian los perjuicios que les ocasionan el botellón y el vandalismo nocturno PEPA LOSADA

Vecinos del casco antiguo de Viveiro reiteran sus denuncias al botellón

30 nov 2022 . Actualizado a las 19:33 h.

Soportando patadas y golpes contra paredes y puertas, orines en la calle o gritos e insultos bajo sus ventanas del estilo «¡Vieja, échame un cubo de agua!» tratan de descansar cada viernes, cada sábado y cada víspera de festivo o puente vecinos del casco antiguo de Viveiro que reiteran sus denuncias al «infierno» que, según afirman, les hace vivir el botellón. «Isto non hai quen o resista. Penso que non é normal ter que vivir así», manifiesta Maricarmen Otero Díaz, hija de Plácido y Camelia, el matrimonio de octogenarios residentes en el cruce entre Melitón Cortiñas y Felipe Prieto, cerca de la iglesia de Santa María, que días atrás denunció públicamente la impunidad con la que grupos de chavales bajo los efectos del alcohol y otras drogas, y que en muchos casos no han alcanzado la mayoría de edad, se adueñan de espacios públicos del centro histórico de la ciudad del Landro hasta bien entrada la madrugada generando grandes molestias a los escasos vecinos que quedan en la zona.

«Chamámoslles a atención e aínda teñen que dicir máis ca nós», precisa Maricarmen, que no sabe qué hacer. «Se lles tocas, cáeche o pelo. Non lles podes facer nada, e estamos cansos de chamar á policía porque vén e ós cinco minutos os rapaces volven estar aquí», comenta una mujer que es madre de un hijo de adolescente y considera que las familias también son responsables de lo que está ocurriendo. «Que cativos de quince anos estean ás catro da mañá na calle todos os sábados non é normal, polo menos eu non o vexo normal», reflexiona esta vecina del centro que teme por la salud de sus padres. No en vano, Plácido, su padre, que tiene 82 años, en ocasiones se ha ido a dormir a altas horas de la madrugada a la cabaña de una finca que tienen cerca para tratar de conciliar el sueño, o al menos de descansar un poco. «Ás veces son moitas fins de semana así seguidas, e iso esgótate, porque ademais molestan a propósito toda a noite, e meus pais son maiores e estas cousas aféctanlles ós nervios porque non dormen e pasan toda a noite intranquilos», añade.

En opinión de Maricarmen, sería necesario poner multas económicas y que estas fuesen efectivas. «O escándalo público debería ter unha multa. Se tiveran medo ou respecto a unha multa, non pasaría o que pasa», abunda la mujer, que prevé un fin de semana horrible, por ser ya de diciembre y previo al puente de la Constitución. «A ponte vai ser horrible. Temos os pubs ó lado e os rapaces logo van subir», avanza.

La Asociación de Veciños do Casco Histórico, que respalda todas las denuncias públicas de Plácido, Camelia y Maricarmen, ha recalcado en numerosas ocasiones la necesidad de que Concello de Viveiro y Policía actúen para poner freno.