Murieron en aquel suceso José María Núñez Díaz, de 60 años, viudo, con siete hijos; Lorenzo Santos, de 65, con seis hijos y padre del patrón; Francisco González Balseiro, de 56, casado con una mujer enferma y un hijo; Tomás Baltar, casado, de 36 años con cuatro hijos de tierna edad; y Francisco Losada Maristany, soltero, de 24 años, que vivía con su madre. Se salvaron José Antonio Sánchez Fernández, de 31 años, casado, y José Antonio Albo Maristany, soltero, de 19. En A Mariña, entonces, el mar era el único camino…
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Un vecino de Xerdiz murió tísico y otro asesinado por su compañero
La muerte también acechó a dos vecinos naturales de la parroquia de Xerdiz (Ourol). Uno, Juan Fernández Fiuza (u Oroza) tenía 30 años, era expendedor de leche y residía en los fosos de la Fortaleza de la Cabaña con Antolín Manzón Zarza, de 18 años, cubano. Según el Diario de La Marina, residían cerca de la puerta de San Leopoldo de dicha fortaleza, “en una habitación especie de establo para ganado vacuno”. El 29 de mayo de 1895 apareció muerto por arma de fuego. Ni el cabo ni el centinela de guardia sintieron detonación alguna. La policía sospechaba que el criminal fuese el joven Manzón “cuya captura se procura”, decía la prensa de la época.