Hallan tres tumbas, una de ellas completa, en la Cova de San Xoán Vello

VIVEIRO

Catas arqueológicas en la Cova de San Xoán Vello, en Viveiro
Catas arqueológicas en la Cova de San Xoán Vello, en Viveiro PEPA LOSADA

Las catas descubrieron un muro que podría ser de la cabecera de la antigua iglesia

27 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El yacimiento de la Cova de San Xoán Vello, en Viveiro, va poco a poco descubriendo sus secretos, a medida que avanza el trabajo del equipo de arqueología. Las catas realizadas ayer sirvieron para encontrar tres tumbas, una de ellas en buen estado y otras dos más deterioradas. También apareció el muro de lo que parece ser la cabecera de la antigua iglesia de la parroquia de Covas, que se estima se encontraba allí hasta el siglo XVIII, cuando el templo fue trasladado a su actual localización.

Uno de los sepulcros localizados en los sondeos está completo y conserva «a súa tapa de lousa», indica la arqueóloga Rebeca Blanco, del grupo Síncrisis de la Universidad de Santiago, que impulsa la investigación junto al Concello. Los otros dos están «bastante rebentados» por la construcción de un muro paralelo -también identificado en las catas- al anteriormente mencionado.

¿Quienes eran las personas enterradas en San Xoán Vello y a qué época pertenecen? Blanco cree que las tumbas «poderían ser de época moderna, anteriores ao período no que se traslada a igrexa, que coincide cun momento histórico no que xa non se permite enterrar dentro dos templos». El tipo de cubierta es otro de los elementos que basan esta datación aproximada.

En cuanto al contorno de la cavidad, los arqueólogos también encontraron en la bajada restos de estructuras, posiblemente tumularias. Las evidencias encontradas hacen pensar al equipo de arqueología de Síncrisis que el yacimiento «é máis complexo do que se pensaba».

De ese modo, los especialistas abordarán con el Concello la posibilidad de prolongar en el tiempo los sondeos, inicialmente previstos para esta semana. «A impresión que nos dá é que houbo tres fases construtivas distintas: unha asociada á igrexa, que ten muros, outra ligada á necrópole, e outras vinculadas a estruturas construídas posteriormente», sintetiza Blanco.

Por lo tanto, las pruebas halladas parecen reforzar la hipótesis de una ocupación de la cueva prolongada en el tiempo. «Poderíamos pensar mesmo nunha utilización da cavidade antes da construción da igrexa dentro. Nas paredes percíbense, por exemplo, buratos realizados para colocar útiles», expone Blanco.

La hipótesis que baraja el equipo de arqueología, que no obstante matiza que «é axiña» para confirmar las especulaciones, es que la primera ocupación de la cueva sea «medieval».

Así, pretende profundizar en las catas para comprobar si se llegan a niveles más antiguos, que puedan datarse a partir de restos de cultura material. En todo caso, Blanco precisa que se recogerán muestras «para facer unha datación absoluta», uno de los principales objetivos del proyecto.

Blanco resalta que la Cova de San Xoán Vello y el acantilado sufre poco a poco la erosión del mar, por lo que urge conseguir toda la información que se pueda.

Sin casi parangón en Galicia

Lo que sí tienen claro los investigadores es que el yacimiento es singular y no hay muchos similares en Galicia. De hecho, la arqueología solo había documentado la existencia de otra iglesia rupestre en la comunidad, la de San Pedro de Rocas, en Esgos (Ourense). Blanco concreta que hay una posible tercera, en A Ribeira Sacra. Se trata de O Cotillón, localizada en una aldea de Ferreira de Pantón.

«A cova é un xacemento singular e excepcional, e moi importante porque non só se limita á cova», indica Blanco. La arqueología seguirá en los días sucesivos desvelando sus secretos.