La ternura hecha foto desde Viveiro

y. garcía VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

CARLOS FOTÓGRAFOS

Saúl Jiménez, de Carlos Fotógrafos, abraza en su trayectoria profesional la tendencia de las sesiones "newborn", a recién nacidos en su primera semana o quincena de vida

11 may 2021 . Actualizado a las 13:54 h.

Aunque las fotografías de factura profesional de un bebé forman parte indiscutible de su primer álbum y son un bellísimo recuerdo para toda la vida, las llamadas sesiones «newborn» son palabras mayores. Preparadas con sumo mimo, en un ambiente de verdadero cuento y con unos modelos muy especiales, recién nacidos en su primera semana o quincena de vida, las imágenes dan lugar a escenas con una ternura infinita y que, si viviéramos en Japón, encontrarían el adjetivo y expresión perfectas: kawaii.

Siguiendo el camino abierto hace tiempo por Anne Gueddes, en 2017 ya contamos los pinitos de María José Villarino Legazpi que cuenta con estudio propio en Ribadeo en este terreno. Y ahora, los pasos que también dan más profesionales de A Mariña como por ejemplo Saúl Jiménez, al frente de Carlos Fotógrafos en Viveiro, quien ha realizado un intercambio de conocimientos con su colega ribadense de profesión en ese tipo de trabajos tan específicos. Del viveirense en concreto mostramos aquí un par de referencias visuales, algunas de las cuáles también expone en sus redes sociales, ideales para recibir varios «likes».

Jiménez abraza la tendencia con un recorrido en el oficio que es también su aval, innovando aún más en estos tiempos difíciles. «Aunque bebés dormidos hice muchos antes, con esa pose, esa decoración y esa ropita no. Como ahora es moda y el cliente cada vez pide más y se evoluciona de una manera visual total, hay que adaptarse a los tiempos y a las ideas y en eso estoy», justifica el profesional viveirense. «Lo que hacía Anne Gueddes no era digital, era bastante manual y utilizaba los bebés desnudos en situaciones insólitas», matiza.

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«Es una sesión bastante complicada y dura -reconoce Saúl Jiménez-. De hecho, hay veces en los que no se puede hacer. Estoy aprendiendo ahora también que hay diferencia si el bebé es de biberón o de pecho. Si es de biberón, el bebé queda profundamente dormido antes y a los de pecho les cuesta bastante más». «Pero es agradecido porque cuando el bebé queda profundamente dormido, durante el sueño echa una sonrisa o hace una carantoña y muy bien», añade. «Siempre se me dieron muy bien los niños y los bebés en particular. No me cuesta cogerlo y dormirlo, lo que me cuesta es acabar la pose final, colocar el bebé en su sitio con la pose correcta, bien bien, pero es a base de práctica», dice. Ese tipo de sesión la practica con recién nacidos de 6 a 15 días, «para que no pierdan la posición fetal; es el ‘secreto’ de la sesión newborn». A veces son necesarias tres horas, afirma, y un atrezo específico como «varias almohadas y trajes hechos a mano de lana... ¡Infinidad de cosas!», agrega Jiménez.

Como se ve, tras la toma perfecta hay un trabajo complejo. Así lo explica Saúl Jiménez, para quien la dedicación al «newborn» es una evolución en su trayectoria de más de una década trabajando con bebés y niños, a los que hace un seguimiento con sesiones fotográficas mensuales, anuales y estacionales: «Su evolución, foto a foto». Cuenta que hace poco unos mellizos de la comarca descubrieron a los 12 años por vez primera el álbum que su madre les había hecho en Carlos Fotógrafos y «fue un éxito rotundo -explica- porque los niños se vieron desde que nacieron, en el colo de su mamá, y casi lloraban de la emoción» al recogerlo.