Tercera vista para tratar de juzgar a un pescadero acusado de un pufo en Celeiro

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En las dos anteriores ocasiones no compareció; le atribuyen una estafa de 11.454 euros en la lonja celeirense

19 oct 2020 . Actualizado a las 13:32 h.

Por tercera vez, un pescadero con domicilio fiscal en Vizcaya está citado a ser juzgado este martes en la sala de lo Penal de Lugo, acusado de estafa por un pufo de 11.454 euros en la lonja de Celeiro, en Viveiro. La Fiscalía solicita que sea condenado a dos años de prisión, así como que indemnice a la empresa gestora del mercado marinero con el dinero que dejó sin pagar, más los intereses, además de abonar las costas judiciales. Por unos hechos que se remontan al 2016, será la tercera vez en la que se fija el juicio, tras no comparecer el acusado en las dos anteriores ocasiones.

Todo comenzó a principios del 2015, cuando el administrador único de una sociedad mercantil pidió autorización para comprar pescado en la lonja del municipio viveirense. Igual que a cualquier otro comercializador, Puerto de Celeiro le exigió un aval bancario. El ahora acusado contrató uno, por un monto total de 8.000 euros, con una entidad financiera. Con ese documento respondía hasta esa cuantía del abono de las compras de productos pesqueros.

Según la acusación pública, a la sociedad de armadores Puerto de Celeiro le entregó «una copia en color» del aval bancario, «haciéndoles creer que se trataba del documento original». Para la Fiscalía, trataba de «generar una apariencia de empresa solvente, disimulando su verdadera intención de no cumplir».

A los dos meses y medio de contratarlo, «continuando con su propósito de engaño y su decidida intención de no pagar», lo canceló, devolviendo el original en una sucursal de una entidad bancaria situada en Castro Urdiales (Cantabria). Esa anulación se la «ocultó al Puerto de Celeiro, manteniéndoles en la creencia errónea de que cobrarían», dice el escrito de la acusación pública.

Un año después, a finales de marzo del 2016, «adquirió pescado en la lonja y recibió servicios en el Puerto de Celeiro por un importe total de 11.454 euros». El último día de ese mes, los gestores del mercado marinero le pasaron una factura de 8.000 euros, los que cubría el aval, pero «resultó impagada». En mayo de ese año, los administradores del mercado marinero celeirense intentaron cobrar lo que les debía haciendo efectivo el aval en la entidad financiera. «No pudieron», lo que acarreó «el consiguiente perjuicio patrimonial» para la sociedad que dirige la lonja celeirense, concluye la Fiscalía.