Nervios en la primera mañana de la «aislada» ABAU que acoge Viveiro

lucía rey / Andrés vázquez VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

XAIME RAMALLAL

Casi 300 alumnos de A Mariña iniciaron los exámenes de selectividad

07 jul 2020 . Actualizado a las 20:03 h.

Un amplio dispositivo policial y numerosos medios de comunicación de todo el país recibieron este martes a los cerca de 300 chavales que se examinaron de la ABAU en el IES Vilar Ponte de Viveiro. La comisión delegada 14 de la CIUG se convirtió en una de las grandes protagonistas de la jornada debido al estado excepcional que vive A Mariña; una comarca que hoy miércoles afrontará su tercera jornada de aislamiento para intentar poner freno a los brotes de coronavirus detectados en Xove y en Burela. «É un ano demasiado raro. Polo coronavirus, claro está, pero para nós sobre todo porque a nota de corte vai subir moito», comentaban a las puertas del instituto viveirense Uxía, Gautame, Mateo y Martín, alumnos del IES de Foz. Y lo hacían protegidos en todo momento por las mascarillas, un elemento que, como recordaba la Policía Local de Viveiro a través de un megáfono en el exterior del centro de secundaria, es ahora obligatorio, al igual que mantener la distancia de seguridad, que en el caso del Vilar Ponte se amplió a los dos metros.

De ahí que fuese necesario habilitar en el último momento seis espacios a mayores para dar cabida a 298 alumnos procedentes de nueve institutos de seis concellos mariñanos. El presidente de la comisión delegada, Javier López González, apuntó que hace una semana solo habían dispuesto cuatro espacios, pero las medidas derivadas del aislamiento ordenado el pasado domingo por la Consellería de Sanidade a través del DOG para esta zona implicaron que se alcanzasen los diez, incluyendo aulas, pasillos e incluso el pabellón polideportivo del IES, que nunca había sido escenario de estos exámenes.

Tras acceder a los recintos de forma escalonada, los jóvenes pudieron desprenderse de la mascarilla mientras estuvieron sentados contestando a los exámenes. «Non tocamos o pasamáns e gardamos a distancia de seguridade!», recordaba un profesor del IES Monte Castelo de Burela a sus pupilos justo antes de entrar. Poco después llegaba el turno del IES San Rosendo de Mondoñedo, que fue asignado a Viveiro por primera vez. «Normalmente os de Mondoñedo facemos os exames en Lugo, pero este ano, dada a situación, mandáronnos a Viveiro», comentaron. Uno de los trece estudiantes mindonienses, Miguel Barreira, apuntó que la mayoría estaban nerviosos. Si cabe, más por la prueba en sí que por la pandemia. «Aquí xogas o teu futuro», destacó.

Quien sí se mostraba más preocupada por el covid-19 que por la ABAU era la viveirense Lorena Vilar, a la que, minutos antes de entrar, le producía cierta sensación de agobio ver a tanta gente concentrada. Junto a ella, su compañera Lolita Shemota se dejaba ver más tranquila.

La mayoría llevaron comida de casa, y ahí las opciones fueron bastante variadas, aunque bocadillos y pasta fueron los menús más repetidos.