El timo del «instagramer» rico y famoso... y que solo era un chaval de Cervo

Lucía Rey
Lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

El taxista que presentó la denuncia, de espaldas, junto a un compañero
El taxista que presentó la denuncia, de espaldas, junto a un compañero XAIME RAMALLAL

Una joven y el taxista que la trasladó de Santiago a Viveiro fueron víctimas del engaño de un menor. Ya hay una denuncia

08 mar 2020 . Actualizado a las 21:25 h.

Muchas veces los cuerpos de infarto y las vidas de ensueño que reflejan los usuarios que cuelgan fotos y enlaces en redes sociales no son tal. Que se lo pregunten a una joven de Santiago y al taxista que la trasladó hasta Viveiro, la ciudad donde la mujer tenía intención de encontrarse con un supuesto novio «rico y famoso» al que había conocido a través de la red social Instagram, y que al final resultó ser un menor de San Cibrao, en Cervo, que en su perfil social se había inventado una vida totalmente distinta a la suya.

Según consta en la denuncia presentada por el propio taxista, los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de febrero, cuando la novia el y conductor fueron víctimas del engaño de un crío que no midió las consecuencias que iban a tener todas las mentiras que contaba parapetado detrás su ordenador o de su teléfono móvil.

 «A rapaza chamou por teléfono para pedir un taxi que a fose recoller a Santiago para vir a Viveiro, e como xa me soou un pouco raro, pregunteille que por que non pedía un taxi en Santiago, pero dixo que non, porque se ía vir vivir aquí», relataba el conductor, que prefiere no desvelar su identidad. Cuando le preguntó que cómo le iba a pagar, la joven le explicó que no habría problema porque en ese municipio de A Mariña la estaría esperando su novio. «Dixo que era un instagramer famoso e rico e que ía ser el quen me pagase o servizo. Tamén me contou que ata tiñan intención de comprar un piso na zona», indicó.

 

Sin embargo, al llegar a Viveiro no había tal novio. Por precaución, y oliéndose que iba a tener problemas para cobrar todo el dinero que había costado el viaje, el taxista -que únicamente había percibido 60 de los 150 euros que costaba el trayecto de ida y vuelta-, se quedó con la mochila de joven, y acudió a la Comisaría de la Policía Nacional a presentar denuncia.

Los agentes policiales identificaron en poco tiempo al verdadero culpable de la rocambolesca historia: un menor de edad vecino de San Cibrao que al parecer estaba en clase cuando la joven a la que había conseguido camelar por Internet a base de artimañas y mentiras se presentó en Viveiro. «¿Cómo que estás en Viveiro?», cuenta el taxista que le dijo a la joven alarmado cuando se dio cuenta de que sus trampas habían llegado demasiado allá. El mismo taxista relata que este tipo de anécdotas que acaban convirtiéndose en timos o en estafas empiezan a ser habituales en el sector, aunque muchos profesionales optan por no denunciarlas ante los cuerpos de seguridad.

Sin ir más lejos, él mismo fue víctima de otro engaño peculiar hace algunas semanas, cuando subió a su vehículo de alquiler un joven bien parecido. Una de las primeras cosas que le dijo fue que apagase el taxímetro. «Díxenlle que iso non o podía facer, e el díxome que si, que o fixera, que eu non ía ter problemas para cobrar a carreira porque el era fotógrafo», cuenta.

«Fotógrafo de que? Traballas nunha revista ou para unha publicación especializada ou algo así?», recuerda el taxista que le preguntó a su cliente con interés. «Non, son fotógrafo de ondas. Fotografo ondas grandes no mar», le respondió este. Con ese panorama, el chófer decidió parar el vehículo y no continuar la marcha para que el hombre se apease. Fue entonces cuando el joven reconoció que no tenía dinero para pagar el taxi, que solo llevaba diez euros en la cartera, y que estaba realizando algunos trabajos en una casa ubicada cerca de la playa. «Pero historias desas, hainas así, e iso que eu só levo un ano no taxi, que os máis veteranos teñen moitas», relata.