Encarcelan a la yihadista de Viveiro por adoctrinarse a través de Internet

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

VIVEIRO

DETENCIÓN EN VIVEIRO. Agentes del grupo antiterrorista de la Guardia Civil, este martes en la casa de la parroquia de Galdo donde fue detenida Lucía Expósito (en sobreimpresión en una imagen del 2003)
DETENCIÓN EN VIVEIRO. Agentes del grupo antiterrorista de la Guardia Civil, este martes en la casa de la parroquia de Galdo donde fue detenida Lucía Expósito (en sobreimpresión en una imagen del 2003) Eliseo Trigo

La Audiencia Nacional decretó prisión para ella y para los tres marroquíes detenidos el mismo día en Guipúzcoa

12 oct 2019 . Actualizado a las 18:17 h.

La mujer detenida el martes en Viveiro ha sido encarcelada por orden del juez José de la Mata, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Lucía Expósito, de 45 años, compareció este jueves ante el magistrado, dos días después de ser arrestada en su casa en una operación desarrollada por agentes del servicio de Información de la Guardia Civil, que realizaron un espectacular despliegue en torno a la casa en la que residía la mujer, en el núcleo de Galdo. La presencia policial causó gran sorpresa entre los vecinos, que conocen desde hace años a la mujer y que se mostraron asombrados por su detención.

El juez de la Audiencia Nacional decretó prisión incondicional para la viveirense como presunta autora de un delito de autoadoctrinamiento terrorista, que está castigado con una pena de entre 2 y 5 años de cárcel. Este delito, muy controvertido entre los juristas, lo comete quien, con la finalidad de capacitarse para cometer acciones terroristas accede de manera habitual a servicios de comunicación públicos, en línea o a través de Internet, «cuyos contenidos estén dirigidos o resulten idóneos para incitar a la incorporación a una organización o grupo terrorista, o a colaborar con cualquiera de ellos o en sus fines». Este delito lo comete también quien, con la misma finalidad terrorista, compre o tenga en su poder documentos dirigidos o «idóneos para incitar a la incorporación a una organización o grupo terrorista o a colaborar con cualquiera de ellos o en sus fines».

Las investigaciones de la Guardia Civil le atribuyen a la vecina de Viveiro el consumo de «propaganda producida por diversos grupos terroristas» y haber «celebrado públicamente» los ataques yihadistas perpetrados en Barcelona y en Cambrils en agosto del 2017. Pero los investigadores también sostienen que esta mujer «incluso ha mostrado su intención de replicar en Galicia un atentado de similares características». Se refieren, según fuentes conocedoras del caso, a unos comentarios que supuestamente hizo en las redes sociales en el 2018 sobre la posibilidad de utilizar una furgoneta en Santiago. En aquella ocasión fue detenida, aunque después quedó en libertad.

Los servicios antiterroristas de la Guardia Civil decidieron detener ahora a la mujer debido a su reincidencia en las redes sociales «y al incremento del nivel de riesgo» que detectaron durante las investigaciones y con el fin de «neutralizar esta amenaza para la seguridad pública» y para determinar si estaba siendo instrumentalizada por alguien. Según los investigadores, la viveirense tomó en el último año grandes medidas de seguridad para eludir la vigilancia policial, tanto en Internet y en las redes sociales como en sus comunicaciones telefónicas.

Prisión para los tres detenidos en Guipúzcoa

La jueza de la Audiencia Nacional María Tardón también envió a prisión a los tres presuntos yihadistas que fueron detenidos en Guipúzcoa el mismo día que la mujer de Viveiro. Son tres jóvenes marroquíes acusados de propagar el ideario de la organización terrorista Estado Islámico a través de las redes sociales.

Los tres presuntos terroristas fueron detenidos por agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional de San Sebastián, que registraron sus domicilios situados en las localidades de Urretxu, Ibarra y Urnieta. Según los investigadores, los tres jóvenes formaban «un grupo homogéneo y cohesionado» y se habían introducido en los círculos salafistas de la provincia guipuzcoana. Añaden que pasaron de ser consumidores de propaganda yihadista que se publicaba a través de Internet y fueron aumentando su actividad virtual, pasando a ser ellos mismos los que difundían en sus redes sociales mensajes de incitación al odio y a la violencia.

Interior alerta de que las redes sociales elevan el riesgo de radicalización

El terrorismo yihadista es una de las principales amenazas a las que se enfrenta España y también toda la comunidad internacional. Se trata de una amenaza que proyecta su ideología radical a nivel global. Estos son dos de los principales argumentos que plantea el Gobierno en la Estrategia Nacional contra el Terrorismo, un documento aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional aprobado a finales de enero y que fija las bases de actuación de España en la lucha contra el terrorismo yihadista.

El Ministerio del Interior, a través del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), explica que el desarrollo tecnológico ha ampliado el acceso de los grupos terroristas a recursos que les permiten incrementar «su capacidad de financiación, reclutamiento, adiestramiento y propaganda».

Interior sostiene que en el contexto actual, con la circulación masiva de información y con el empleo generalizado de las redes sociales, «crecen los riesgos de difusión, tanto de propaganda como de gestación de procesos de radicalización y de extremismos violentos».

El informe elaborado por el Centro de Inteligencia, que dirige el general gallego de la Guardia Civil Ángel Alonso Miranda, advierte que uno de los mayores retos a los que se debe hacer frente es el fenómeno de «los combatientes terroristas extranjeros, especialmente, la proliferación de los retornados desde escenarios de conflicto».

Colaboración ciudadana

La Estrategia Nacional contra el Terrorismo destaca la importancia de la colaboración ciudadana, que se convierte «en un instrumento que se configura como un pilar básico del rechazo social a la violencia». Recuerda que además de los canales habilitados por los organismos de seguridad y de inteligencia antiterroristas, la colaboración ciudadana en la prevención del terrorismo tiene una herramienta específica en la campaña Stop Radicalismos, a través de la cual se recogen de forma permanente informaciones de ciudadanos e instituciones sobre posibles casos de radicalización violenta. En los últimos tres años se han recibido 7.000 comunicaciones gracias a las que se han abierto más de 150 investigaciones.