Ayer se registraron las habituales colas de vehículos con la operación salida del festival
08 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Concluyó el Resurrection Fest más multitudinario y, en lo que ya se concibe como una rutina habitual el domingo de operación salida del festival, ayer en Viveiro se registraron las habituales colas de coches. La ciudad pierde la estética que la caracterizó los últimos días y recupera su pulso habitual. Y lo hace con la sensación de que este Resu no ha sido uno más, sino con la percepción de que el festival ha tocado su techo. De momento, porque la organización ya anuncia que la edición del próximo año, la décimo quinta, será espectacular. Será del 1 al 4 de julio y ya están trabajando en el cartel. Pero la cantidad de gente reunida estos cuatro días en el recinto del Resu, literalmente abarrotado por momentos (espectacular la imagen en el concierto de Slipknot, todo un acierto de la organización), prevalece. Y los datos hablan del Fest más concurrido de la historia: 102.053 asistentes en cuatro días, cien conciertos en cuatro escenarios, más de cincuenta horas de música en directo, dos conciertos simultáneos durante buena parte del festival... y todo en una ciudad con unos 15.500 vecinos censados.
Y así lo corroboraban el sábado de madrugada, al poco de concluir el festival, desde la organización: «Ha sido nuestra edición más exitosa, agotando todos los abonos del festival hace meses, y sin duda, la más grande de todas hasta la fecha. Tras años detrás de ellos, por fin hemos conseguido cumplir uno de nuestros sueños y el de muchos otros: traer a Slipknot a Viveiro, la banda más votada por todos vosotros año tras año, y que han hecho uno de las actuaciones más esperadas en España de la última década».
Y añadían: «No solo eso, sino que hemos hecho historia con el último concierto en la historia de Slayer en España, el fin de una era, el adiós de una de las bandas que ha dado forma al metal extremo tal y como lo conocemos. La madre naturaleza nos brindó la oportunidad de despedir a Slayer de una de las maneras más épicas posibles, con una descarga de rayos “100% metal”, y no podemos estar más orgullosos. Eso sí, la jornada del jueves fue uno de nuestros días más duros en todos estos años. No podemos hacer más que destacar de nuevo el comportamiento ejemplar de todos vosotros durante la tormenta eléctrica que todos sufrimos, y también durante todo el festival, que se ha saldado sin incidencias graves una vez más».
«Gracias a nuestro cabeza de cartel permanente: Viveiro y su pueblo», en especial a los vecinos de Celeiro
A la hora de hacer balance, desde la organización reconocieron el esfuerzo de todos los trabajadores del festival y tuvieron palabras especiales para los vecinos de Viveiro y, singularmente, de Celeiro: «Gracias a nuestro cabeza de cartel permanente: Viveiro y su pueblo, quienes año tras año dan la bienvenida con una sonrisa a todos los peregrinos del festival y hace que quien conoce la localidad, se quede con ganas de visitarla de nuevo. Especial mención merecen los vecinos de Celeiro, quienes «sufren» los problemas en la circulación, ruidos y demás, y pese a todo, siguen contentos recibiéndonos todos los años con los brazos abiertos».
Los agradecimientos se extendieron también a las bandas que actúan en el festival, «quienes se hacen horas y horas de viaje para darlo todo delante de nosotros aunque sea el último concierto de la gira, añaden canciones a sus sets habituales o nos ofrecen espectáculos de luz y pirotecnia para sorprendernos», a los patrocinadores, instituciones colaboradoras, fuerzas de seguridad, medios de comunicación...
«Finalizar una edición más del festival con cero incidencias y con un público lleno de felicidad nos deja con muchas ganas e ilusión para 2020, ¡nuestro 15º aniversario! Llevamos tiempo trabajando en él y seguiremos haciéndolo como siempre. Somos un festival completamente independiente hecho por fans de la música para fans de la música, haciendo un festival al que nos gustaría asistir como público», concluye la organización.