Un centenar de aficionados del Langreo fueron los más animosos de un partido casi huérfano en emociones
05 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cantarrana fue ayer una fiesta. Unas 700 personas se reunieron para presenciar el duelo entre el Deportivo de La Coruña y el Langreo y honrar la memoria de Luis de Carlos, expresidente del Real Madrid y padre del comandante honorífico del Viveiro CF.
El espectáculo fue escaso en emociones, pero permitió a los viveirenses descubrir algunas de las claves del nuevo proyecto deportivista, aún en construcción, y también disfrutar del colorido que dieron a la grada los hinchas de la Unión Popular de Langreo. Un centenar de aficionados con camisetas azulgranas y sus gargantas bien afinadas visitaron la ciudad del Landro. No pararon de animar pese al 3-0 final y a que su equipo ni siquiera probó el nivel del encargado de curar los males en la portería coruñesa, Ortolá.
El Deportivo, por su parte, atrajo menos público que en anteriores visitas a Viveiro. Y tampoco enamoró con su fútbol. El equipo de Natxo González, inmerso en la preparación de la nueva temporada en Segunda División, llevó el peso del juego, pero sin profundidad. Le costó generar ocasiones cuando su técnico juntó a los «bajitos», sin una referencia clara en punta, y también cuando tras el descanso entró un Quique González casi desapercibido.
El partido solo se rompió al final de la primera mitad, con una internada de Krohn-Dehli que cabeceó Borja Valle. Pero fue Fede Cartabia quien más deleitó al público, especialmente en el 2-0, cuando sentó a su par para ceder el gol a Caballo. El canterano Uxío aprovechó también sus minutos con el tanto de la sentencia. En Cantarrana debutó, además, como jugador del Dépor, el central cedido por el Sporting de Portugal Domingos Duarte.