La Fiscalía rectifica y ya no pide cárcel para la mujer que se defendió de su hijo a escobazos

La Voz VIVEIRO-LUGO / LA VOZ

VIVEIRO

ALBERTO LÓPEZ

Coincide con la defensa en que golpeó a su hijo en «legítima defensa»

24 jul 2018 . Actualizado a las 13:39 h.

Contadas son las sentencias in voce, pero el cambio de opinión de la Fiscalía hizo posible una ayer, en el Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo. El mismo ministerio público que pedía un año de cárcel, alejamiento y prohibición de comunicarse para una madre que durante una discusión le dio un escobazo a su hijo en Viveiro acabó compartiendo «íntegramente» la tesis del abogado defensor y solicitó la absolución. Convino con el letrado de la progenitora, Joaquín Gayoso, en que había golpeado a su hijo en «legítima defensa».

A la Fiscalía no la representó ayer la autora del escrito de acusación, quien consideraba que le propinó el escobazo «obrando con completo desprecio al vínculo familiar» y con ánimo de «atentar contra la integridad física» del hijo. Quien ayer actuó en nombre del ministerio público coincidió en aplicar la «eximente completa» porque compartió lo que demostró el abogado con una testigo presencial: la madre se defendió después de que su hijo agrediese a su hermana y también hija de ella, agarrándola por los pelos y arrastrándola por el suelo, y a ella misma, golpeándola con la escoba en las piernas y en la espalda.

Durante el juicio quedaron de manifiesto aspectos que no aparecían en el escrito de la acusación. La madre mantiene la patria potestad de su hijo porque, aun con 34 años, está legalmente incapacitado por una enfermedad psíquica. A ella la denunciaron desde el centro de día de discapacitados de Viveiro donde su hijo recibía atención cuando sucedieron los hechos, en octubre del 2016. Desde entonces ha sido ingresado en una residencia de otra localidad gallega, en la que vive. Los fines de semana visita a su familia. Al juzgado de Lugo lo llevó ayer su madre, quien lo recogió en la residencia donde se ocupan de él. A esos detalles fuentes solventes añaden que la enfermedad del hijo ya había causado más problemas en la familia.