Policía Nacional, Policía Local, Bomberos y Protección Civil velarán por los ciudadanos
22 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Convocados por la alcaldesa María Loureiro, mandos de la Policía Nacional, de la Policía Local, de Bomberos y de Protección Civil definieron ayer las medidas que aplicarán durante la Semana Santa Internacional de Viveiro para velar por la seguridad ciudadana. En una reunión en la que también participaron el presidente de la Xunta de Cofradías Semana Santa y el encargado de Obras del Concello, concretaron el despliegue de medios humanos y materiales en unas fechas en las que unas treinta mil personas podrían abarrotar la ciudad.
En aplicación de la alerta antiterrorista de nivel cuatro, los accesos a las procesiones del Jueves Santo y del Viernes Santo que discurren por la travesía o por el puente de A Misericordia «se blindarán con camiones de bomberos y con vehículos» de la Policía Nacional y de la Policía Local, explicó la alcaldesa. Añadió que esas barreras se montarán en la plaza de Lugo, en la rotonda de la estación de autobuses y en el puente, frente a la puerta de Carlos V. Como la nocturna del Jueves Santo parte de la capilla del Ecce Homo, en ese desfile la del puente se trasladará a la rotonda de A Misericordia.
En vehículos, de uniforme y de paisano, la Policía Nacional patrullará por Viveiro, con refuerzos durante las tardes y las noches e intensificando la presencia en las zonas más concurridas. Se trata, explicó el jefe de la Comisaría de Viveiro, de prevenir y disuadir, con especial atención a los posibles hurtos en las aglomeraciones de gente. Además de controlar el tráfico, la Policía Local también se desplegará por los lugares en los que se reúnen más viveirenses y visitantes. Y Protección Civil desplegará personal y voluntarios en todos los actos.
No al botellón en el casco histórico, y cierre temporal de la Avenida Cervantes
Ayer, en la junta local en la que se definieron las medidas para procurar una Semana Santa Internacional de Viveiro segura, las autoridades también acordaron prohibir el botellón en el casco histórico. Policía Nacional y Policía Local intensificarán la vigilancia, con el objetivo de que no se celebre en los escenarios de los actos religiosos ni en su entorno. «Hay otros lugares alternativos a, por ejemplo, la plaza de Santa María», declaró la alcaldesa viveirense.
Desvíos de tráfico
La regidora María Loureiro confirmó que del jueves 29 al domingo 1 la Avenida Cervantes estará cerrada al tráfico a partir de las seis y media de la tarde, pero se abrirá cuando acaben las procesiones de cada día, con lo que por las mañanas y al mediodía se podrá circular. Para acceder a la parte alta del casco histórico se habilitará una acceso desde la Avenida Benito Galcerán y a través de Rego das Frores. Regulado por semáforos, se mantendrá también cuando abra al tráfico la Avenida de Cervantes.