Un nuevo puente para otra ría gallega

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

VIVEIRO

PEPA LOSADA

La Xunta apuesta por unir las dos orillas del estuario de Viveiro con una estructura de 1.700 metros que dejará en la mitad el tiempo de viaje de los anteriores proyectos

30 abr 2023 . Actualizado a las 21:15 h.

Galicia tendrá su puente número 13 sobre otra de sus rías. La Xunta ha finalizado un estudio de viabilidad para salvar la ría de Viveiro mediante una estructura de 1.700 metros que dejaría en la mitad el tiempo de viaje respecto al anterior proyecto de la variante de Viveiro, que bordeaba la ría mediante un trazado de 19 kilómetros que se encontró con múltiples complicaciones y alegaciones en su tramitación. Con el puente, esta variante pasaría a tener tres kilómetros y medio y se insertaría en el futura vía de alta capacidad de la costa norte, el corredor llamado a sustituir el giro de la autovía del Cantábrico hacia Vilalba y que conectaría la autovía Ferrol-Vilalba (AG-64) con la futura autovía de A Mariña (A-74), aún en fase de tramitación.

Son precisamente los dos extremos de este corredor los que la Xunta quiere impulsar durante esta legislatura, después de que en el 2013 se abriera la variante de Ortigueira y, el año pasado, el tramo Celeiro-San Cibrao. En total, apenas 16 kilómetros y medio de una vía de alta capacidad de 83 kilómetros que empezó a planificarse en el 2001, cuando Xosé Cuíña era conselleiro de Política Territorial.

De los 12 puentes que cruzan las rías gallegas -se excluyen los que se sitúan sobre el cauce del río y los ferroviarios-, parece que la Consellería de Infraestruturas busca su modelo en el puente vecino de los Santos, que une Galicia y Asturias, con amplias luces para que puedan pasar los barcos que recalan en el puerto de Celeiro, muy próximo a la futura infraestructura. El puente partirá ya de cotas altas, lo que facilitará este objetivo, y las pilas estarán situadas a una distancia de entre 100 y 150 metros.

Proyecto

Todavía hay que tramitar el estudio informativo y el proyecto constructivo, así como la evaluación de impacto ambiental, pero la idea parte de construir un puente minimalista, con un impacto visual atenuado en la ría de Viveiro. En principio se descarta que sea atirantado o colgante, pero todo dependerá del proyecto que finalmente se elija.

El departamento que dirige Ethel Vázquez opta así por reformular totalmente la variante de Viveiro ante las complicaciones encontradas en su tramitación y apuesta por impulsar una obra emblemática que sirva «de mirador» sobre la ría, pues también se plantea que la estructura cuente con accesos peatonales para facilitar la comunicación entre las dos orillas sin necesidad de recurrir al coche. Según la Xunta, el estudio inicial «cumpre sobradamente os requirimentos de Portos de Galicia en canto a anchura e altura libre para paso de embarcacións».

La tramitación será larga, y más aún a partir del próximo 9 de marzo, cuando entra en vigor la nueva ley de contratos, que traspone las directivas comunitarias y que, en algunos aspectos, supondrá un tránsito administrativo más largo para este tipo de proyectos. De ahí que la consellería intentara avanzar en este proyecto en los últimos meses, en estrecha colaboración con el Concello de Viveiro, que apoya la idea.

Vial de conexión

La construcción del puente sí obliga a habilitar un vial de conexión para el tráfico que se dirige hacia el sur, especialmente hacia Lugo por la LU-540, pero no tendrá las características de las vías de alta capacidad. De hecho, otra de las ventajas de esta alternativa es que se reducirá sensiblemente el impacto ambiental del proyecto, pues se evitan los importantes movimientos de tierra de una obra de estas características, aseguran fuentes de la Xunta.

Además, la apuesta por evitar el rodeo por la ría ahorra también las afecciones que estaban previstas en el núcleo de Magazos. La Consellería de Infraestruturas aplicará el conocimiento adquirido con la construcción del último puente sobre una ría que se hizo en un vial competencia de la Xunta: el que cruza la de Noia. Particularmente, se tendrán en cuenta las medidas que hicieron que esta infraestructura se pudiera compatibilizar con las actividades pesqueras y marisqueras.

Asignatura pendiente

La comarca de A Mariña lucense es una de las menos beneficiadas por el desarrollo generalizado de la movilidad en Galicia en los últimos 30 años, en buena medida porque se le hurtó la autovía del Cantábrico que legítimamente le pertenecía, en un inexplicable giro hacia Terra Chá. Fomento quiere avanzar ahora en la autovía de A Mariña (A-74), que enlazaría con la A-8 en Barreiros para después continuar hasta San Cibrao. La Xunta ha pedido que se incluya este tramo en el Plan Extraordinario de Carreteras, un modelo de financiación extrapresupuestaria que prevé contar con colaboración privada para avanzar en los trazados que se retrasaron durante los años de crisis económica. De hecho, la Xunta considera que esta autovía y la reforma de la de O Porriño son obras prioritarias del Estado en la comunidad.

Mientras, Infraestruturas prevé gastar hasta el 2020 en el corredor de la Costa Norte unos 60 millones de euros, de los que este año se invertirán unos diez millones, principalmente en este tramo y en el de San Sadurniño.