La vieja librería Balmes será yogurtería

VIVEIRO

OSCAR CELA

Una franquicia de Viveiro, con tiendas en toda España, abrirá detrás del Concello

23 nov 2017 . Actualizado a las 23:05 h.

El destino de algunos locales históricos de Lugo es llamativo. El de la vieja librería Aguirre es ahora una pizzería; el que ocupó una de las primeras funerarias de la ciudad, pulpería; y ahora el que durante más de cien años fue la Balmes, la librería más antigua de Galicia, se convertirá en una yogurtería. Es de una franquicia creada en Viveiro, llamada Yöglio, que tiene establecimientos repartidos por diferentes puntos de España. La empresa colocó anuncios en las vitrinas del establecimiento que, después de dejar de vender libros y material escolar, fue una tienda de artículos relacionados con los móviles.

Lo que venderá la nueva tienda serán yogures helados de diversos sabores, así como otros preparados tradicionales elaborados diariamente en el establecimiento. «Fabricamos a diario en el punto de venta. Lo hacemos con probióticos, bajo nivel de grasas y más de una treintena de posibilidades diferentes de «toppins» para combinar nuestros yogures con los helados, muchos de ellos de frutas, con el helado «soft» a 8 grados», explicó en su momento Francisco Oca, el promotor de la marca.

La empresa, que se publicita como la primera marca de yogur helado con capital cien por ciento gallego, nació en Viveiro en el seno de una conocida pastelería y heladería de los años setenta.

La franquicia abrió su primer establecimiento en Cádiz en el verano de 2012 y desde entonces no ha parado de crecer. En Galicia está en varias localidades. Sus yogures helados llegan a Canarias e Ibiza.

La marca propone un modelo de negocio como franquicia en lugares con más de diez mil habitantes, aunque ofrece también otras posibilidades. ¿Vender helados en Lugo con el frío que hace en invierno? «Cuando fuimos a Cádiz buscábamos un lugar con sol y mucho turismo, una ciudad con 150.000 habitantes y muy buen clima. Pero nos dimos cuenta de que podíamos ir mucho más allá. El helado es un producto que en España se consume todo el año», explicó en su momento el creador de la marca. El frío ya no es motivo para vetar el consumo de helados. En Rusia, con temperaturas por debajo de los diez grados bajo cero, constituyen un postre muy demandado habitualmente y las heladerías tienen una gran concurrencia.

La historia del local en el que se implanta la yogurtería es larga. La Balmes fue abierta en el año 1887 y tuvo entre sus principales clientes al escritor Anxel Fole. Muchos lucenses recuerdan a dos hermanas que se ocupaban de despachar. Uno de sus escaparates, el que daba a la iglesia de A Nova tenía un completo surtido de rosarios.

Una parte de la librería fue expropiada, alrededor de 2010, por el Concello para reconstruir un inmueble y abrir lo que hoy es el centro de nuevas tecnologías en el que se exponen los restos de lo que pudo ser una gran basílica romana. Después del cierre, la Balmes se fue al emplazamiento actual a unos pocos metros de distancia en un local de la Rúa do Progreso.