A Mariña vivió un día de Todos los Santos sin abrigos, guantes ni paraguas

Lucía Rey
Lucía Rey VIVEIRO / LA VOZ

VIVEIRO

XAIME RAMALLAL

Temperaturas de veinte grados animaron los cementerios en Foz, Ribadeo o Viveiro

02 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Con los termómetros rondando los veinte grados ?según datos registrados por Meteogalicia, en las horas centrales del día en Foz, Ribadeo y Mondoñedo se alcanzaron los 21, y en Viveiro los 19,8?, el bochorno y las temperaturas casi veraniegas marcaron la jornada de Todos los Santos en la comarca mariñana. Cientos de personas se desplazaron a los cementerios para depositar flores y visitar las tumbas y los nichos en los que reposan los restos de sus seres queridos. La afluencia fue constante en camposantos como el viejo y el nuevo de Burela, donde ya a primera hora de la mañana había gente colocando los últimos centros, encendiendo velas o dando los últimos retoques de limpieza. Otro tanto ocurrió en el cementerio municipal de Viveiro. Cumpliendo con la tradición, la mayor parte de las sepulturas fueron adornadas con ramos y jardineras de flores frescas la víspera o incluso el fin de semana pasado, pero para última hora quedaron los detalles.

Cementerios más pequeños, como el de Galdo, el de Bravos (Ourol) o el de A Rigueira (Xove) vivieron la jornada más ajetreada del año con decenas de visitantes. Sin viento, sin frío y sobre todo sin lluvia, las flores lucieron en todo su esplendor para animar la que antaño era considerada una de las fechas más tristes y nostálgicas del año. «El cambio climático está cambiando hasta eso. Es increíble que tal día como hoy estemos sin abrigos, guantes y paraguas», comentaba una mujer de mediana edad a media mañana en Viveiro.