Asesinado a tiros en Caracas un emigrante de Viveiro en un asalto a su taller eléctrico

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VIVEIRO

Sus dos hermanos, que residen en Galicia, intentan que las autoridades españolas exijan que se investigue el crimen

14 feb 2015 . Actualizado a las 12:19 h.

Varios atracadores mataron a tiros en el taller eléctrico que regentaba en el barrio de Santa Rosa de Guaicaipuro, en Caracas Gilmerth Fernández Parra, de 51 años e hijo de un emigrante de Viveiro. Varios individuos que se hicieron pasar por clientes se presentaron en el taller con un motor para arreglar. Así lograron que les abriesen las puertas del negocio y, una vez en el interior, sacaron las armas y dispararon. Algunos de los empleados vieron a los asesinos, que actuaron a cara descubierta y a las doce del mediodía, en el horario de mayor actividad en el taller, que ya había sido atracado en otra ocasión. Parte de los delincuentes entraron y otros se apostaron fuera, y cuando llegaron clientes los hicieron pasar y los secuestraron.

El fallecido deja una familia extensa en Viveiro, donde viven sus dos hermanos: Carlos, presidente del Club de Baloncesto Viveiro, y Emilio, profesor del IES María Sarmiento, el mismo centro donde Gilmerth había cursado sus estudios de Formación Profesional. Los tres hermanos nacieron en Venezuela, adonde emigró su padre a mediados del siglo pasado y donde tuvo cuatro hijos. Los tres varones regresaron a Viveiro a los cinco años de edad, donde los acogió un tío. Pero en 1982, Gilmerth regresó a Venezuela para quedarse allí y formar una familia. Conservó la nacionalidad española, la misma que tiene el hijo que deja, de 22 años de edad.

É terrible

Desde Viveiro sus hermanos viven conmocionados por su muerte: «Podes imaxinar como estamos. É terrible, non ten solución. Aínda que digan que alí é normal, eu vin a morgue nun programa de TVE e saía o proceso do que sucede en Caracas cando hai asasinatos. Comparan as colas do pan coas colas dos mortos», explicó Carlos.

Ahora mismo lo que quieren es denunciar el caso y que las autoridades españolas, como ciudadano español que era su hermano, tomen cartas en el asunto para que se investigue el asesinato. Aseguran que se sienten perdidos; tienen a dos personas haciendo gestiones para intentar materializar esa denuncia y que desde España se actúe, pero ni siquiera saben a quien dirigirse, si al consulado, al Ministerio de Asuntos Exteriores o a otro departamento. La familia agradecería cualquier información al respecto.