La apuesta por los concellos rurales pasa por la supervivencia de los CEIP
14 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Pocas cosas como el cierre del último colegio son tan esclarecedoras del declive de un concello, de su literal agonía. Es entonces cuando la obviedad de que sin niños no hay futuro se evidencia con toda su crudeza. En este contexto, con el envejecimiento poblacional y el goteo constante de la pérdida de habitantes, mantener abierto un colegio se convierte a veces en una labor titánica. Sin embargo, ofrecer un servicio educativo, y de calidad, pasar por algo probablemente innegociable si la apuesta por el rural no se queda en una mera frase hecha. En Trabada saben de ello. De ahí el valor añadido del CEIP plurilingüe Celso Curras, donde 26 niños y niñas de tres a 12 años, de Infantil y Primaria, comparten aulas, siendo educados por cuatro profesores. A mayores cuentan con un maestro de apoyo, a media jornada, que el centro solicita todos los años para colaborar con el alumnado con determinados problemas de aprendizaje.
«Van chegar dous pícaros máis. Serán 28 alumnos», apuntó María Pulpeiro, la directora del CEIP, quien ayer por la mañana enseñaba a una clase de tres alumnos: «Somos catro mestres, máis un de apoio a media xornada e unha mestre compartida de Relixión que vén un día á semana». Cuatro profesores, pero la plantilla ordinaria la integran tres. El CEIP Celso Currás perdió la plaza docente de Infantil hace unos cursos al no cubrir la matrícula mínima. Desde entonces, cada curso tiene que solicitar un especialista de Infantil si alcanza el mínimo de alumnos exigido por ley, lo que ocurrió este año, con 9 niños y niñas.
«As circunstancias dos colexios con pouco alumnado implican que haxa que xuntar grupos. Temos infantil nunha clase; e despois primeiro, segundo e terceiro de Primaria noutra, e cuarto, quinto e sexto en outra. Iso implica dar distintos niveis nunha mesma clase, e coa obriga, loxicamente, de adaptarse a cada neno, porque cada neno ten a súa casuística e as súas dificultades. Por outra banda, o positivo está en que ó ser poucos alumnos colaboran máis, comparten conceptos e coñecementos, e aprenden moito», explicó María Pulpeiro. Es el modelo que durante mucho tiempo se prodigó con las escuelas unitarias.
El colegio Celso Currás gestiona su comedor, implicándose para educar en pautas nutricionales saludables, apostando por el producto de proximidad, fresco, de temporada.
El centro participa en el programa «Aliméntate ben», promovido por las consellerías de Medio Rural, Mar y Sanidade. Lo hace en la categoría de Nutriescola: «Do que se trata é que dende os colexios vaiamos involucrando ós nenos en hábitos alimenticios saudables. Neste centro, por exemplo, nos recreos solo poden comer froita. A maiores organizamos uns talleres de alimentación. Este curso pensamos en que os impartan profesionais», explicó la directora del centro trabadense. El inmediato, hoy a partir de las 11.00 horas, lo darán Isabel Martínez Porto y Blanca López; la primera es la gerente de A Quinta en Ribadeo y la segunda trabaja en Sabor Natural, una tienda gourmet de alimentación ubicada en Navia, Asturias.
«La idea es concienciar a los niños de lo que es la alimentación natural y saludable y ahora que viene la Navidad vamos a hacer un taller de repostería, con galletería navideña. También les explicaremos un poquito los alimentos saludables, la tabla de alimentación para que vayan tomando conciencia de lo que es más apropiado comer», apuntó ayer Isabel Martínez.